Si Me Encuentras En Manhattan

Capítulo 13: El Chocolate Sophie.

No fui a su oficina, me fui a esconder en una de la salas de estudios que se encuentran en la biblioteca. En esa milésima de segundo en que su llamada entró en mi teléfono, mi imaginación voló, imaginé tan detalladamente lo que podría pasar dentro de su oficina, que es como si hubiese pasado en la vida real, todo lo que pudo haber sido, pero no fue, lo echo tanto de menos, lo extraño tanto, que casi fui a su oficina a aferrarme a cualquier cosa, a algún grito, a algún reclamo, como ya dije, lo quiero todo de él, y lamentablemente cuando uno se enamora, también quiere lo malo de esa persona, eso es lo que hace del amor un arma de doble filo.

Por suerte esta clase es de Estadísticas, Nate no la imparte, al fin un profesor diferente.

- Hola, soy Elif - miré hacia el lado y había una chica hermosa saludándome, es de cabello bien oscuro como mamá y ojos color miel claro, sus rasgos son fuera de lo común, es una belleza única.

- Hola, soy Sophie - respondí amigable.

- Si, si lo sé, eres Sophie Thompson - respondió de forma simpática - Leo las revistas de tu familia - sonreí - Jamás pensé que una Thompson sería mi compañera de facultad - dijo emocionada y me puse a reír.

- Bueno, al parecer me conoces bien, cuéntame de ti - asintió entusiasmada acomodándose en su asiento lista para charlar horas y horas.

- Soy de Turquía, a mamá la trasladaron por trabajo hace quince años a Nueva York, por eso no se me nota al hablar, pero me costó años manejar de forma nativa el inglés, el turco es completamente diferente.

- ¿Extrañas tu país?

- Si, hay cosas que si, pero más que el país se extraña la familia, en fin, amo Nueva York - estallamos en risas. En eso entró el profesor al salón y comenzamos a prestar nuestra atención en el pizarrón.

Estadísticas se convirtió en mi dolor de cabeza, a este ramo le tengo miedo, lo voy a reprobar, es demasiado difícil. Salí desanimada de clases, Elif salió feliz, a ella le gusto y no le costó.

- Tienes que estar tranquila, yo te ayudo, lo prometo - ¿Mi mente se habrá imaginado una amiga así?

- ¿Dónde está la princesita más linda del mundo? - Matthew apareció de pronto apretándome fuerte.

- Ay me asfixias - me queje entre risas, Matthew me soltó y se quedó quieto al encontrarse con Elif. La quedó mirando fijo, sin decir nada.

- Hola soy Elif - ¿En serio? ¿Me la habré imaginado? ¿Me la habrá enviado la abuela Thompson desde el cielo? Matthew no respondió nada, la quedó mirando serio tendiéndole la mano para responder su saludo.

- Me tengo que ir, luego nos vemos - dijo pasando por alto a Elif, lo iba a tirar de la mano para regañarlo, pero se fue rápido sin dejarme hablar. Elif lo quedó mirando con ojos de pena.

- Perdónalo, él no es así, no sé qué le pasó - asintió dejando su rostro de tristeza, volviendo a poner una sonrisa alegre en su rostro.

- ¿Es tu novio?

- ¡¿Qué?! ¡No! - respondí riéndome y Elif sonrió.

- Por fin terminó este día, ¿El profesor Johnson fue muy malo contigo en su oficina?

- No, no, es que no fui la verdad, me dio miedo - me miró sorprendida comenzando a reírse.

- Tiene rostro de que le gusta la venganza.

- Si, yo también, en fin, mañana lo sabremos.

- ¿Te gustaría ir por un café? - asentí entusiasmada, es la primera vez que tendré una amiga.
Nos pusimos a caminar hacia el metro.