Capítulo 3: Cita a Ciegas.

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SOPHIE


Emily insistió todo el día en preparar la comida favorita de Nate para que se le pasara la tristeza, le insistí todo el día en que Nathaniel no está triste y ella insistía en que si, intenté convencerla de que no sería buena idea, que Nate tenía reuniones.

— Mamá por favor será entretenido — junto sus manitas pequeñas pidiéndome por favor casi arrodillándose y dando un salto hacia arriba, caí rendida ante su ternura, así que estuvimos toda la tarde buscando los productos en el Market que se encuentra a unas cuadras de aquí y cocinando, por suerte vivimos cerca de ese local, porque estoy segura que es el único de Manhattan que vende las cosas que le gustan a Nathaniel. Le hice prometer a Emi que si Nate tenía una reunión, no lloraría, y lo prometió. Lo llamó desde mi teléfono, pero Nate no contestó en las dos primeras llamadas, hasta que en el tercer intento contestó, pero no dijo nada, hasta que Emily le dijo "Papá" y ahí comenzó a hablar.

— ¿Vendrás a cenar?

— Hoy no puedo princesa, otro día ¿Si? — Emi hizo un puchero y la apunte amenazante, prometió no llorar.

— Está bien — respondió de malas ganas al teléfono, ni siquiera se despidió y colgó.

— Pero Emi — esta pequeña es más intensa que yo y mamá juntas.

— Más comida para nosotras — me puse a reír de forma contagiosa, porque eso lo dice mi papá y lo imitó igual, al verme reír sonrío feliz. El teléfono comenzó a sonar, Nate, así que contesté.

— ¿Me colgó? — preguntó Nate indignado, me puse a reír.

— Si, se enojó porque estuvo toda la tarde cocinándote — le cerré un ojo a Emi quien estaba nerviosa tapándose la boca para no reír.

— Dile que si iré.

— ¿En serio papá? — preguntó eufórica quitándome el teléfono.

— Si princesa, nos vemos en un momento.

— Nos vemos — le tiró un beso tierno y Nathaniel también hizo sonar un beso desde el otro lado — Preparemos la mesa — dijo emocionada aplaudiendo nerviosa, no me resistí y la abracé llenándola de besos, se pone tan feliz cuando hace cosas con Nathaniel.

Adornó la mesa, puso unas velas que me pidió que las encendiera, puso unas flores y las copas más lindas que encontró.

— Creo que saliste a tu abuela Tephi — aplaudió orgullosa al mirar su resultado y yo quedé impresionada.

— La abuela Tephi siempre lo hace — ahí está, la observadora, observa todo lo que hacen todos.

— Eres una niña demasiado inteligente ¿Ya te lo había dicho? — asintió estirando sus labios para darme un beso, así que me incline para tomarla y que me diera ese beso tan exquisito. Sonó el timbre y me miró emocionada.

— Llegó papá— me acerqué a la puerta y Emi estiró su mano para abrir — ¡Pa — se quedó callada bajando sus brazos y se apoyó en mi pecho, Lily sonrío.

— ¿Qué pasa amor? — Nate sonrío al ver el cambio drástico de timidez de Emi, la tomó en brazos. Me puse a reír de solo lo adorable que es.

— Le dio timidez — acaricié su cabello y me asintió — Mejor ¿Sirvamos la comida? ¿Me ayudas? — me asintió y Nate la dejó en el suelo. Ambos entraron completamente a mi piso cerrando la puerta.

— Es muy lindo tu piso Sophie — dijo Lily de forma amable.

— Gracias — respondí encaminándome a la cocina con Emi — Siéntense mientras — comencé a servir los platos con canelones en salsa de trufa, así es, trufa, Nathaniel no podía tener un gusto más costoso, y adora beber Merlot francés cuando come ese plato. Le entregué un plato a Emi — ¿Lista? — asintió mirando el plato.

Si Me Encuentras En Manhattan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora