Capítulo 11: Prometelo Sophie.

4.4K 306 37
                                    


Salí del ascensor caminando a las puertas principales, antes de salir me giré buscándolo, pero no vino tras de mí y recién mi mente comenzó a analizar la situación, al parecer esto si acabó, fue tan fugaz que a lo mejor simplemente solo lo imaginé y todo estuvo en mi mente. Salí a la calle sintiendo el frío de los primeros días de enero, cayó una lágrima de mis ojos, pero estoy tan congelada que no quiero sacar las manos de mi abrigo para secarme la lágrima.



- Sophie - me giré en la cama para mirar hacia la puerta y vi a mamá de pie mirándome - ¿Qué sucede amor pequeño? - entró cerrando tras de sí, sentándose en la cama.

- Nada, solo estoy frustrada porque no he bajado de peso a pesar de todos los esfuerzos - mentí descaradamente, mamá acarició mi espalda y mi cabello.

- Pero puede que si estén bajando los triglicéridos y la glucosa - asentí y se acostó a mi lado abrazándome y la abracé con fuerza. No tengo a nadie a quien contarle lo de Nathaniel, y mientras no lo libere, seguirá el nudo aquí dentro. Lo peor que uno puede hacer es guardarse las cosas, descompone el alma - ¿Qué te parece si vamos a retocar tu raíz de color negro? - La miré feliz.

- ¿En serio? - asintió con una sonrisa.

- Admito que te sienta espectacular el negro con los ojos de papá que tienes - sonreí esta vez abrazándola feliz.

- ¿Por qué no me invitan a sus abrazos? - ambas nos soltamos mirando hacia la puerta y estaba papá observándonos, hizo su entrada el señor madurez. Mamá levantó los brazos para que se uniera a nuestro brazos y se metió entre las dos - Huelen exquisito - dijo relajándose, con mamá nos pusimos a reír - Si están aquí abrazadas es porque ya hicieron planes sin mi - mamá abrió su boca sin saber qué decir y yo me puse a reír dándole besos en el rostro.

- Si - dije sonriendo y bufó molesto.

- Bueno, nos vemos en la cena de la noche - papá nos dio un beso a cada una y se levantó de mi cama.





Iba bajando la escalera, solo espero que Nathaniel no venga. Me faltaban solo tres escalones para llegar al primer piso cuando sentí su voz asi que me detuve.

- Papá, ella es Lindsay, mi novia - me quede congelada y comenzaron a caer lágrimas de mis ojos de forma instantánea, así que baje rápido y me metí en el pasillo para que nadie me viera. ¿Ya tiene novia? Pero si la última vez que nos vimos fue ayer ¿Y si en este tiempo siempre estuvo con ella? Maldita sea nadie me puede ver así de afectada, tengo que aprender a disimular, siento que ya soy bastante notoria, todos piensan que algo me sucede. Me sequé las lágrimas, respiré hondo, me armé de fuerzas y salí al salón. No quise mirar a Nate, porque ya me puedo imaginar esa mirada de destrucción que genera.
Saludé de forma educada sin demostrar absolutamente nada y me senté en la mesa en silencio, esperando que me sirvieran mi plato para comer y marcharme de aquí. Podría inventar que iré donde Kiara.

- Este año entra nuestra princesa Sophie a la universidad - dijo la tía Step demasiado feliz - Ya imagino cuantos hombres lloverán por esta casa tras Sophie, doy por hecho que llegara con chocolates y flores todos los días a casa si es tan hermosa - me atoré con el agua y me puse roja como un tomate.

- A no, eso si que no - dijo papá y sonreí nerviosa.

- ¿Cómo que no? Sophie ya está grande, si la invitan a salir, dirá que si - mamá lo dijo súper enojada, empoderada y segura.

- No, Mia no, ya arruinaron la cena, no - se quejó papá, sonreí y me levanté de la mesa a abrazarlo dándole besos, aquí aprovecharé de decirle que me quiero ir - Prométeme que solo me amaras a mi Sophie - mamá bufo indignada por el comportamiento de papá y estallé en risas.

Si Me Encuentras En Manhattan Where stories live. Discover now