🌹𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐎𝐒𝐀 𝐃𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐂𝐑𝐈𝐒𝐓𝐀𝐋🌹 ~Yoonmin~

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(Narra Jimin)

La sensación de los bellos de mi piel erizarse, mi respiración acelerada, mi corazón bombeando tan fuerte hasta querer salir de mi pecho, mi lobo escondido en lo más recóndito de mi ser, mis puños cerrados y mis nervios carcomiendo mi alma, era algo de lo que jamás podría acostumbré aún si lo vivo día a día.

El terror y el miedo recorrían mi cuerpo día con día.

El dolor en mi pecho crecía a cada segundo y sentía que en cualquier momento me desmayaría.

Mi peor error fue guardar silencio.

- Tú silencio me dice mucho mi querido Jimin - Me decía Jungkook, mientras se acercaba a mí y yo retrocedía.

Hasta que choque contra la puerta de la habitación que se encontraba al final del pasillo, justo una habitación a la cual te tenía mucho miedo.

- Te lo volveré a preguntar Jimin y quiero que respondas - Me dijo amenazador, mientras colocaba sus manos al rededor de mi cabeza y yo cerraba mis ojos con temor - ¿Te interesa Min?

Era como si los ratones se hayan comido mi lengua, no podía emitir sonidos alguno, mis palabras no salían contrario a eso, solo podía sentír como mi final estaba cada vez más y más cerca.

- N-o... - Logré articular en un susurro con mi voz temblorosa, asustadiza y al borde de vomitar por tantos síntomas negativos.

- No me mientas, yo mismo me di cuenta de cómo lo veías.

Me tomo fuertemente del cuello, estampandome contra la puerta, sentí el agarre fuerte, como mi respiración se me dificultaba. Trate de tomar su mano y quitarla, me removía impaciente y con dolor, pero parecía no importarle, poco a poco sentía como ejercía más presión y me faltaba el aire.

- Escúchame bien Park - Escuché como abrió la puerta y sin soltarme me iba arrastrando junto a él - Si tú pones los ojos en Min, soy capaz de matarte.

En ese momento mi mente no reaccionaba, me estaba faltando el oxígeno, mi fuerza se estaba volviendo más débil de lo que ya era.

Me lanzó a la cama que se encontraba ahí y de subió encima de mi, para seguir presionando mi garganta, quise tomar aire, pero no pude y cada vez el dolor y la falta de oxígeno se extendía en mi.

- No me dejarás Jimin, tú eres mío, ¿Quieres saber porque empecé a darte el primer golpe?

Sólo lo escuchaba hablar y su rostro de psicópata me estaba dando terror, no siquiera yo sabía él porque empezó a tratarme de esta manera, no se porqué de un día para otro dejó de darme besos y el otro golpes, literal.

- Mis socios te veían como una carne fresca, tu siempre muy sensual, arreglado, llamando la atención, desde que te casaste conmigo te volviste alguien deseable Jimin, alguien con quien todos quisieran estar, pude hacer negocios contigo y tu cuerpo, pero me entró rabia de sólo imaginarte bajo el maldito cuerpo de alguien más - Sus manos empezaron a tocar mi cuerpo y sentí asco, fue lo único que sentí - Eres mío y de esta casa jamás saldrás, nadie te verá y mucho menos te deseará como yo, porque ERES MÍO.

Deje de forcejear con él, el oxígeno ya no llegaba a mis pulmones, mi mente se estaba cerrando, sabía que esa sería una fuerte marca de borrar y quizá... En este momento estaba por morir.

Soltó mi cuello y solamente sentí como intenté tomar aire, más no logré tomar el suficiente, ya no tenía fuerzas.

Sentí sus manos despojarme de cada una de mis prendas, como tocaba con rudeza mi cuerpo, como sus labios besaban mi piel y lo peor, es que yo no reaccioné, mis lágrimas descendían dolorosamente de mis ojos, no me movía, no me defendía, no hacía nada, sentí el dolor más desgarrador de todos cuando entro en mi sin siquiera preparme, mi cuerpo dolió más y no pude ser lo suficientemente fuerte, para soportarlo.