🌹𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐎𝐒𝐀 𝐃𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐂𝐑𝐈𝐒𝐓𝐀𝐋🌹 ~Yoonmin~

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(Narrador Omnisciente)

Olor a rosas, combinado con café.

Era la esencia que se percibía al entrada a la hermosa habitación decorada con rosas rojas, blancas, rosas, azules, que resplandecían de manera delicada en dicha recámara.

Los chasquidos, respiraciones aceleradas, más la atrayente fragancia, estaban volviendo exitante el momento. Fogoso, necesitado, caluroso, tanto que la ropa empezaba a estorbar a la pareja.

Lentamente de fueron deshaciendo de sus prendas, una por una, en medio de toques necesitados, besos con hilos de saliva entre medio, mordidas nada delicadas, labios hinchados y necesitados de más, manos resbaladizas jugueteando con sus cuerpos. Las ansias de sentirse a flor de piel, calentando más sus cuerpos, anhelando más el momento.

Sus cuerpos les pedían a gritos por atención, sus lobos meneaban la cola ansiosos por el momento.

Tenían el escenario perfecto para crear arte.

- Jimin~ - Susurró el Alfa mientras mordía sutilmente el lóbulo de la oreja de su Omega - Eres hermoso.

Jimin gimió cuando sintió la mordida de su Alfa sobre su oreja, le encantaba esos juegos con Yoongi, le gustaba que lo dominará en la cama, pero también ser el que dómine y en ese momento deseaba estar en la primer opción. Jamás había deseado ser dominado por nadie como lo desea con Yoongi, pues el Alfa lo ama, lo adora y es delicado con él en todo momento, ¿Cómo no ansiar estar debajo de él?

- Yoongi~ Tócame, ámame, hazme tuyo - Pedía el Omega mientras sus delicadas manos viajaban por toda la espalda baja de su pareja.

Hacer el amor es lo más maravilloso, para cualquier pareja de enamorados. Pero tener sexo y sentir el amor recorrer sus poros es algo que solo Jimin y Yoongi pueden lograr.

El placer recorría sus cuerpos, el calor y la necesidad de sentirse hasta lo más profundo de su ser, era inevitable. Sus cuerpos les rogaban por atención, por calmar el calor y saciar su sed de deseó.

Las manos grandes y pálidas del Alfa recorrían con delicadeza y deseó la piel de los glúteos del Omega, tan respingón y firme como siempre, amasando a su antojo y delineando delicadamente la espina dorsal del Omega, trazando una recta línea hasta llegar una vez más a su redondo trasero, soltando una nalgada mientras sus labios deboraban los ajenos.

Las pequeñas pero delicadas manos de Jimin no se quedaban atrás, estás viajaban con desesperación al cabello del Alfa, sosteniéndolo con rudeza cada que las manos de este causaban escalofríos en su cuerpo. Bajaban lentamente pero rasguñando cada cierto segundo, hasta llegar al trasero de su Alfa, donde también apretó hasta saciarse.

Yoongi llevo una de sus manos hasta el despierto miembro de su Omega y apretó el glande de este, logrando así un gemido celestial de parte del menor. Jimin separó sus labios de los del mayor y tiro su cabeza hacía atrás, dejando ver sus blancas clavículas y ambos siendo conectados por un hilo de saliva que era producto de sus besos rudos y apasionados.

La luz del atardecer entraba por la ventana, dándoles un brillo resplandeciente justo a sus cuerpos unidos durante unos segundos.

La pareja estaba de pie al frente de la cama, repartiendo caricias, chasquidos y demostrándose el deseo que se tienen y cuánto anhelan poder hacer el amor sin miedo a nada, sin que esté de por medio la vida de uno de los dos.

Aún si han tenido relaciones sexuales después de la tragedia, para ellos ese momento sería marcado como uno de los mejores momentos de su relación.

Yoongi empezó a masajear el miembro del Omega, sutil y delicado, pero también seductor y atrevido. Los gemidos de Jimin era como escuchar a los ángeles cantar para el Alfa y si así se escuchaba sin haberlo penetrado aún, no espera saber cómo se escuchará cuando lo haga totalmente suyo.