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(Narra Jimin)

Los fuertes gemidos se escuchaban hasta mi habitación, no me dejaban dormir y esto me estaba desesperando.

Jungkook logró "conquistar" a la enfermera, es una Omega joven y Jungkook tiene sus atracciones, claramente no se negaría.

Pero de eso a tener que soportar sus asquerosos ruidos por horas durante la noche, empezaba a colmarme la paciencia.

Se supone que la chica venía a cuidarme, atenderme y debo levantarme yo solo, soportando el dolor en mi cuerpo, cada que quería ir al baño o tomar agua.

No me quejaba, podía solo, pero habían momentos en que no podía mantenerme de pie.

Me levanté de mi cama y entre al clóset, en busca de algo más abrigado, pues tenía un poco de frío por la calefacción.

Como aquellos dos calenturientos se morían de calor, pusieron muy helado todo y yo moría de frío. Debía soportar toda la basura de Jungkook, esto ya era el colmo y como siempre, no podía decir nada.

Se y estoy casi seguro que Jungkook es un verdadero psicópata, un enfermo que necesita de ayuda pronto. Pero es algo que él jamás aceptará y seguirá actuando de la misma forma, hasta que se deje ayudar.

Sin querer choque con el cesto de ropa sucia, un pantalón estaba casi fuera de su lugar, con dolor en mi espalda me agaché un poco hasta levantarlo y meterlo nuevamente en su lugar.

Sin embargo, algo cayó de ahí mismo y tuve curiosidad, sobre todo porque el cuello ortopédico me lo impedía.

Con dificultad me lo quité y baje la mirada hasta donde el dolor me lo permitió. Dejé el pantalón en el cesto de ropa sucia y me agaché una vez más, tomando aquel papel que tanto había andado buscando.

Lo abrí y solo encontré un número, junto al nombre del señor Min en él.

No sabía que haría con el, pero por el momento lo mantendría guardado y encontraría la forma de llamarlo. No puedo hablar, ya que mis cuerdas vocales están dañadas y quizá este así por varios días.

Tome el abrigo por el que fui y regrese a la cama, guardando aquel papel en medio de un libro que tenía en el buró de mi habitación, me recosté y agradecí que esos dos se hayan callado, porque no podía soportarlos un segundo más.

En cuestión de segundos sentí como viajaba al mundo de los sueños, tratando de descansar lo suficiente.

La mañana llegó demasiado rápido para mí gusto. La enfermera no podía ni siquiera darme la cara y eso era lo que menos me importaba, pero si me incomodaba tener que soportar el olor de Jungkook impregnado en sus prendas, detestaba la presencia de él y tener que aguantar el aroma en aquella chica era aún más sofocante.

Me dio mis medicamentos, mi desayuno, me cuido mucho mejor. Quizá la conciencia la estaba matando o que sé yo, para lo que me importaba.

- Iré por más agua señor Jeon, ¿Desea algo más? - Me preguntó y negué.

Ella salió de la habitación y pude notar que había dejado su teléfono sobre aquel libro en el cual había dejado el papel la noche anterior.

Me levanté y me acerqué a la puerta, me asome un poco y no había nadie alrededor. Volví a entrar y cerré con seguro, tenía nervios y miedo de ser descubierto, pero necesitaba escuchar su voz.

Mi lobo me lo pedía y yo no podía negarselos cuando había aparecido un momento, casi nunca estaba presente y ahora casi me exigía poder escuchar la voz de aquel hermoso Alfa.

🌹𝐔𝐍𝐀 𝐑𝐎𝐒𝐀 𝐃𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐔𝐍 𝐂𝐑𝐈𝐒𝐓𝐀𝐋🌹 ~Yoonmin~ Where stories live. Discover now