Capítulo. 15

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Un ángel británico.

Por obligación, la interprete de Dark Queen fue a la fiesta de celebración por el estreno, Amelía estaba sentada sola en la barra de bar, bebiéndose una mimosa. Todos los que la conocían estaban extrañados de que no fuera el alma de la fiesta ese día, pero tampoco quisieron preguntar él porque de sus ojos tristes.

Brown se sentía estúpida por haberle dado tanta importancia a esa noche de pasión que tuvo con Sebastian. Él era libre, al igual que ella, nunca llegaron o dijeron que el asunto seria serio. ¿Por qué le dolía tanto que Stan tuviera novia? Le gustaba, si, sentía atracción física  por él pero, ¿será qué eso se estaba convirtiendo en amor?

Un rubio extremadamente guapo se acercó, preocupado por la chica. —Princesa, ¿qué te pasó?¿Qué te hicieron?— Preguntó Hiddleston sentándose junto a ella.

Amelía observó al de ahora ojos verdes, quedando fascinada al instante con su aspecto relajado pero igual de elegante que portaba el caballero, ya que se había quitado el saco, quedando solo con una camisa blanca que tenía los dos botones desabrochados y su saco.
—Estoy bien, para no entrar en detalles.— Contestó la castaña bebiendo de su cóctel. —Por cierto, te vi bailar y lo haces bien, no como yo pero no estás tan mal.—

Tom se rió un poco. —Hasta que no me lo demuestres, son solo palabras.— Dijo él, tocándole la nariz a la mujer.

Amelía por acto reflejo, arrugó su nariz y la movió como si fuera un conejito.

El británico se enterneció de inmediato por ese gesto de la chica y sonrió más. —Perdona mi atrevimiento pero, ¿por qué te ves triste?—

La ojiverde suspiró fuerte. —Digamos que... Ya no creo en los hombres.— Le respondió bebiendo un trago de su mimosa.

—Uy, eso sonó terrible.— Hiddleston mientras hablaba, se apoyó con uno de sus codos en la barra.

Amelía rió. —Es la verdad, he tenido tan mala suerte con los hombres, que he pensado en escribir un libro.—

—Bueno, quizás esos fallos son parte del camino para que puedas encontrar al amor de tu vida.—  Tom dijo con una sonrisa alentadora y pasó un mechón de cabello de la chica, tras la oreja de la misma. —Hay que ser optimistas.—

—Lo sé, lo sé.— Amelía suspiró al sentir la mano fría del rubio en su mejilla. —Todo tiene su momento y tarde o temprano, las cosas llegan. Pero es algo tedioso tropezar todo el tiempo con la misma piedra.—

—Hagamos algo, vamos a comer algo, ¿te parece? Lo que tu quieras, yo invito.— Hiddleston dijo muy animado.

Brown negó divertida. —¿Estás seguro de que quieres hacer eso?— Preguntó alzando una ceja.

—Vamos, ¿a quién no le gusta comer?— Tom abrió los brazos de igual forma que su personaje, sonrió igual también.

Amelía se bajó de su asiento. —Iremos a McDonald's, al de la calle Broadway.— Dijo ella.

Hiddleston tomó la mano de la ojiverde y caminaron juntos hasta la salida. —¿No te regañan por escaparte de tu propia fiesta?—

—Ñe, no es mía, es de Marvel. ¿Te estás arrepintiendo?— Preguntó viéndolo sobre su hombre, ya que el caballero iba tras ella.

Behind the Scenes  •|Sebastian Stan|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora