Behind the Scenes •|Sebastian Stan|•

Capítulo. 41

Ana y Christian.

Era dos de diciembre y en Vancouver por fin se iniciarían las grabaciones de 50 sombras de Grey. El nuevo reto que Amelía decidió tomar, primeramente con Charlie Hunnan que salió de la producción y ahora con el irlandés Jamie Dornan, con el que hizo un click increíblemente rápido al conocerse. Lia decidió reservarse la información de que sería la protagonista de la película hasta que los medios explotaron. Además, como la chica hiperactiva que era, debía entrenar para la secuela de Avengers y un nuevo proyecto, que por los momentos aún no se daba a conocer.

Era el primer día en el set, y ya Amelía había grabado la escena en la que se encaminaba a la Grey House. Justo, subía en el ascensor junto a los productores y Adam para grabar la escena en la oficina.

—¿Dónde está Jamie?— Preguntó Amelía con curiosidad, buscando a su amigo por el lugar.

—Aquí, nena.— Se anunció el hombre caminando hace ella, con un traje bien pulido.

—Dornan es una de las pruebas vivientes que demuestra que los hombres bonitos son los más peligrosos.— Brown tomó en un abrazo a su co-estrella. —¿Cómo está tu pequeña?—

—Genial, ya sabes, solo duerme.— Contestó Jamie llevando sus manos a los bolsillos de su pantalón.

Amelía asintió con una sonrisa. —Las personas sin preocupaciones son así.— Dijo señalando a su hermano.

—¡Hey!— Adam se quejó dándole la mano a Jamie. —Te la dejo porque no he desayunado, si dice bobadas, pellizcala.— Le dió el permiso al hombre antes de irse.

—No le hagas caso, hoy estoy dispuesta a seguir un guión por primera vez en mi vida.— Exclamó la ahora castaña con fleco.

Ambos actores siguieron conversando un rato más, hasta que llegó el momento de iniciar la grabación de aquella escena. Todos preparados esperaban el 'acción' de la directora.

—¡Acción!—

Amelía abrió la puerta de la oficina y terminó en el suelo como iba en el guión, alzó la mirada para ver por pocos segundos la espalda de Jamie. Era una faceta nueva, ya que los personajes sumisos e inocentes solo le encantaban en los libros, por eso asumió el reto, quería algo diferente.

—Señorita Kavanagh.— Dijo Jamie. —¿Está bien?— Se acercó, extendiendo su mano.

Amelía no paraba de mirarlo con sus ojos entre verde y azul, ya que de un tiempo para acá, se volvieron camaleónicos. Se puso de pie y le tomó la mano al hombre, trago saliva para darle un plus a su actuación nerviosa.

Jamie mirándola, dijo: —Christian Grey.—

—Un placer, Anastasia Steele. Mm, la señorita Kavanagh está enferma, así que me envió a mi.— Comunicó la chica de Boston en su papel.

—Entiendo. ¿Igual que ella estudia periodismo?— Preguntó Dornan.

Amelía negó inmediatamente. —No, literatura inglesa. Amm. Kate es mi roomie.—

—Ya le dije que solo tengo diez minutos, tome asiento, señorita Steele.— Dijo Jamie moviéndose a otro lado de la habitación.