Behind the Scenes •|Sebastian Stan|•

Capítulo. 68 - Maratón 2/4

Un mundo ideal.

Sebastian se entero por una persona externa que Margarita había llegado a New York el mismo día del evento de Amelía, así que en cualquier momento del día la interceptaría para conversar. Esa mañana tenía primero una reunión con sus amigos en una cafetería cerca, Don y Shim, invitaron a Mackie quien tenía algo muy importante y grave que decirle a Stan, pero lo consultó primero con sus otros amigos cercanos para saber si hablar o no.

—¡Hey, chicos!— Sebastian llegó con una gran sonrisa al lugar.

—¡Sebb!— Saludó Don con un abrazo.

—¡Sexy-Sebas!— Chilló Mackie abrazándolo fuerte.

Shim fue el último en saludarlo, con palmadas en la espalda y un beso nada raro en la mejilla. —Pedí café y donas.—

—¿Don no se enojó?— Preguntó divertido Sebastian.

—Hoy es nuestro día de gordos, hay que aprovechar.— Contestó Saladino.

Mackie sonrió y acercó sus manos a Stan, quién usaba una chacheta. —Quítatela, muestra tus brazos.—

—¿Por qué siempre me quieres desnudar?— Preguntó incómodo el rumano.

Anthony se encogió de hombros. —No sé, ¿diversión?—

Don tomó un sorbo de café, bastante serio de lo normal. —¿Ya conversaste con Margarita, Sebastian?—

—Mm, no. Lo haré esta tarde, ya debo ponerle fin. Por el bien de todos.— Contestó Stan.

—Más por el tuyo, que estás quedando como cornudo.— Susurró Allah, creyendo que nadie lo escuchó.

El rumano frunció el ceño. —¿A qué te refieres?—

Mackie soltó un gran suspiro. —Hace un par de días, estaba haciendo unas compras con mis hijos y casualmente vi a Margarita, ella no me vió por supuesto. Estaba con un hombre, en un auto y se besaron muy apasionadamente. Tomé algunas fotos, por si no me crees.— El moreno enseñó las imágenes y vió el rostro de su amigo luego. —Lo siento, Sebb.—

Sebastian estaba consternado y algo humillado. Su rostro estaba rojo de puro enfado y sus ojos de un azul muy turbio. —¿Por qué me lo dijiste hasta ahora?—

—Asumí que la habías dejado, le pregunté a ellos para comprobar si era cierta mi suposición y así no armar escándalo. Pero me dijeron que no y por eso estamos aquí.— Se defendió Anthony.

Sebastian tomó una onda respiración y sacó su billetera, tiró un par de dólares en la mesa y se levantó para retirarse. —Gracias, nos vemos luego.— Se despidió.

—¿Creen que fue lo correcto?— Preguntó Mackie.

—Claro que si, esa relación ya era absurda.— Dijo Shim.

—Concuerdo contigo, esperemos que no haga nada loco ahora.— Don miró la puerta del local, por la que el rumano había salido antes.

Los tres se quedaron preocupados por su amigo, pero sabían que le debían dar espacio para procesar la información.

Stan decidió confrontar a su en definitiva ex-novia, quizás él estaba enamorado de alguien más, pero no merecía ser engañado de esa manera porque siempre la trató lo mejor que pudo.

—Margarita, abre la puerta.— Dijo Sebastian tocando la puerta del departamento de ella.

La rusa abrió la puerta de su vivienda y sonrió al ver al rumano. —¡Amor!—