Capítulo. 28

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Los Miserables.

—¡Tom!— Gritó Amelía que corría escaleras abajo emocionada.

Hiddleston salía de la cocina con una taza de té. —Amor, ¿qué sucede?—

—¡Recuerdas que el año pasado hice una audición de tres horas para Los Miserables!— Gritó feliz la chica de Boston. —¡Pues seré Fantine!—

Thomas dejó su taza de té a un lado y corrió con su chica para abrazarla. —Felicidades, mi cielo. Seguro ganarás un Oscar.—

—Hey, no te adelantes, primero hay que grabarla.— Amelía rió por los besos que el británico daba en su cara. —¿Sabes? Es como un sueño hecho realidad, porque cuando hacia ballet mi mamá me llevaba a ver obras teatrales y musicales, vi Los Miserables un millón de veces y me pareció espectacular, no la entendía mucho pero ahora si. ¡Ahs! Que emoción.—

Hiddleston sonrió al escuchar a su chica hablar. —¿Cuándo empiezas?—

—En cinco semanas, tengo que irme a Francia para grabar la película y en media hora tengo que salir para la prueba de vestuario.— Dijo emocionada la castaña. —Me da cosa dejarte aquí, solito.— Lo abrazó y le besó los labios con amor.

—No te preocupes, yo tengo que grabar Thor y una que otra cosa por ahí.— Thomas la abrazó por la cintura y le dió un besó suave en los labios.

—Te amo.— Amelía lo volvió a besar, está vez con algo de pasión y profundidad.

Tom empezó a besar sus labios de la misma manera, mientras los dedos de ella acariciaban el rostro de su amado sintiendo el poco vello que tenía como barba. William suspiró y colocó una de sus manos en la nuca de ella profundizando el beso y mordiéndole el labio inferior.

Amy gimió encantada y arrastró sus labios al cuello de Hiddleston donde devoró la piel a su placer, ella mordía y lamía, haciendo que al rubio se le agitara la respiración. Thomas tenía las manos en la cintura ajena, Amelía de atrevida le tomó ambas manos y las colocó sobre su trasero, haciéndolo palpar su carne tibia.

Tom gimió, echando su cabeza hacia atrás, cuando lo tiraron al sofá y se sentaron sobre él. Amelía empezó a mover las caderas sobre su entrepierna y se quitó la blusa, dándole a él una vista perfecta de sus hermosos pechos. El ojiazul no pudo resistirse más ante la vista, así que tomó ambos senos entre sus manos y los apretó un poco, luego empezó a jugar con los pezones de ella.

La ojiverde chilló al sentir la mano caliente del británico pellizcando su pezón derecho y soltó un grito cuando sintió la lengua del hombre jugando con el otro botón de sus senos. La chica recostó bajó los pantalones de su novio y le abrió la camisa de botones que ese día portaba, dejándolo con la suficiente carne expuesta para ella tocar. Amy se sonrojó al ver el mimbro erecto de su amado.

—¿Primera vez o que?— Thomas pregunto divertido y la acerca a él para besarla una vez más, era un beso bastante apasionado.

—Te recuerdo que siempre me pones en cuatro y no te puedo ver, nada más digo.— Amelía le contestó con el mismo tono.

Thomas llevó sus manos al short de la muchacha y lo bajó, desnudándola. Luego la depositó en el sofá, quedando encima, la tomó de las piernas y las envolvió en su cadera. —Tienes razón, no te dejo ver.— Le dijo el ojiazul a la chica.

—Me puedes coger ya, por favor.— Pidió la castaña fingiendo inocencia.

Tom soltó una pequeña risa encantadora y entró en ella lentamente. La mujer se quedó sin respiración al sentirlo. Tom gruñó al experimentar la sensación de las paredes vaginales abrazando su miembro una vez más y su corazón latía de emoción como siempre al hacerlo con Amelía que estaba retorciéndose de placer.

Brown abrazó a su amado por los hombros, soltando gemidos que lograban encender mucho más al británico y que también le hacían aumentar la velocidad de sus fuertes embestidas. Marie soltó un grito anunciando que había llegado a su orgasmo, luego de ello, Hiddleston también llegó al suyo. Ambos se quedaron abrazados, mientras sus respiraciones se calmaban.

—Tengo 15 minutos para arreglarme, William.— Regañó la castaña sentándose en el sofá, después de que su novio lo hizo.

—No me culpes, tú empezaste a besarme con doble intención.— Acusó Hiddleston entre risas.

Amelía negó y salió corriendo desnuda al cuarto, llegaría tarde a la prueba y confección de los vestuarios, ya que por correo envió las medidas de su cuerpo para los vestidos inspirados en la Francia del siglo XIX.

Al llegar al lugar de su cita, Amelía se encontró con una de las personas que siempre le daba corazón a sus fotos de instagram y un amigo en común que tenía con Ryan Reynols.

Hugh Jakman corrió hacia la castaña y la abrazó inmediatamente al verla. —¡Jordy!—

—¡Garritas! Hola.— Amelía saludo al también miembro de Marvel por los X-men.

—Me siento un niño reencontrándose con sus compañeros de colegio.— Dijo Wolverine entre risas.

—Si, pero hay que comportarnos aquí.— Susurró la Diosa de Marvel.

Hugh asintió. —Mira, te presento a Russell Crowe.—

Amelía casi muere ahí mismo al ver al actor de Gladiador, era su fan. —Un gusto, señor.—

—El gusto es mio, al conocer  una actriz tan joven y talentosa.— Le contestó él tomándole la mano.

Brown se sentía en el paraíso. Ser parte de una producción importante, basada en una de sus pasiones que eran los musicales de Broadway era maravilloso. Estaba enfocada en ser una gran Fantine, incluso iba a cortarse el cabello para que fuera su interpretación lo más real posible. Y quizás Tom tenía razón, ese papel podría garantizarle un Oscar.

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Hola, hola. Aquí un nuevo capítulo, espero que les haya gustado.

La verdadera Fantine en la película de Los Miserables (2012) fue interpretada por la bella y perfecta Anne Hathaway, como amo la película quise hacer que Amelía tuviera ese papel.

Los quiero mucho aunque no los conozca.

#Angie. ❤️

Behind the Scenes  •|Sebastian Stan|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora