Capítulo. 105

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Besos de fiesta.

Cómo era costumbre, las grandes premieres culminan en grandes festejos en cualquier club de la ciudad donde se dió el primer evento; Civil War no fue la excepción. En un bar de Londres se daba una fiesta bastante divertida con todos los miembros del cast y la producción.

Sebastian estaba sentado en un cómodo sofá, bebiendo algo de whisky. Su rostro serio lo hacía para ver molesto pero, la verdad, es que estaba aburrido. Tenía unos minutos sin ver a su chica quien desapareció con Lizzy Olsen y Mackie lo había abandonado por Chris Evans, así que estaba solo. Cómo si de telepatía se tratara, Amelía se acercó al rumano con una copa de martini en su mano izquierda y tomó asiento a su lado.

Stan la miró de reojo, admirando su belleza y decidió jugar un poco. —Me abandonaste.— Su voz ronca se hizo notar sobre la ruidosa música.

Amelía mojó sus labios con el líquido de su bebida. —Lo siento, estaba bailando con Paul Rudd.— Le contestó ella.

Sebastian sonrió relamiéndose los labios, se acercó más a ella. —¿Debería sentirme celoso?— Preguntó en un susurro sobre el oído de la chica.

Amelía decidió fingir su estremecimiento. Su novio lucía particularmente sexy esa noche. Las luces intermitentes del bar lo hacían ver cómo una bestia apunto de devorar a su presa y como ya se había quitado el saco, la camisa que dejaba ver un poco de la piel de su pecho y marcaba sus musculos mejor no se podía. 

La muchacha se encogió de hombros antes de hablar. —Quizás... Paul es muy adorable y sexy. Tengo una debilidad por los hombres mayores.—

El rumano dejó salir una risa algo ronca, la cual hizo vibrar su garganta. —Eso lo sé, bonita. Lo sé muy bien.— Murmuró pasando su mano sobre el muslo terso de la castaña, encaminándose al lugar prohibido para muchos, sin incluirlo a él.

Amelía decidió conectar su mirada verdosa con la azulada al girar su cabeza, dejando milímetros de distancia entre ellos y sonrió. —¿Quiere bailar conmigo, Sr. Stan?— Preguntó en su susurro, que casi unió sus labios.

Sebastian sonrió también y quitó su mano derecha del muslo de ella, misma que uso para tomarle una de las manos a ella. —Será un gran placer, Señorita Brown.—

Lía se puso de pie, dejándole a Tian la bella vista de su trasero en aquel vestido negro. Él hombre suspiró y atrevidamente apretó aquella carne con fuerza, haciendo a la castaña saltar en su lugar por el toque.

Ambos llegaron a la pista, dónde bastantes personas bailaban en grupos. Sebastian tomó a Amy por la cintura y la pegó a su pecho justo cuando Man, I Feel Like a Woman!, empezó a sonar por los parlantes. Amelía sonrió gigante, a pesar de que su chico no la veía y empezó a mover sus caderas con sensualidad.

Sebastian solo pudo aguantar a la respiración cuando la castaña hacía un delicioso movimiento de caderas. Amaba a las mujeres que sabían bailar. Amelía se dió la vuelta para encararlo y continuó bailando, colocó su mano en la nuca de él para acercándolo y sentirlo más. Stan le apretó con fuerza el trasero, acercándola a su ya creciente erección.

Lía lo estaba seduciendo, volviendo loco con sus movimientos de baile y sensualidad. Sebb se inclinó para besarle el cuello en un intento de apaciguar sus ganas pero, la castaña poco a poco se fue agachando hasta quedar delante de las caderas ajenas y subió con lentitud.

Sebastian no aguantó más después de eso y besó lo labios de la mujer con salvajismo luego de tomarle las mejillas. Amelía sonrió y apoyó sus manos en el borde del pantalón ajeno.

Behind the Scenes  •|Sebastian Stan|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora