Amelía Brown es una actriz famosa de Holliwood, una de las más cotizadas y hermosas del medio. Marvel la contactó para formar parte de sus películas, siendo la interprete de abordan Taylor/Dark Queen.
Brown a pesar de tenerlo todo, no posee muy bue...
Era el día de los Premios de la Academia, cada invitado al evento se preparaba en sus respectivos hoteles. Entre esos invitados estaba la familia Brown entera, quienes apoyaban a la nominada mejor Actriz de Reparto Amelía Brown. Tom lastimosamente no iba a poder asistir con ella a la premiación por cuestiones laborales.
Adam se acercó su hermana quien era maquillada. Él ya estaba vestido con su traje.—¿Estás nerviosa?—
—Demasiado. Las actrices que están nominadas también son geniales.— Habló Marie estirando sus manos que temblaban.
—Necesita su dosis de Tom.— Dijo divertido el maquillista y estilista de la chica, llamado Diego.
Amelía sonrió un poco. —Lo extraño mucho.—
Adam miró a su hermana por el espejo. —Estamos nosotros para apoyarte, mamá está dispuesta a gritar tu nombre cuando ganes ese premio.—
La chica Brown se echó a reír. —No hagan eso.—
—¡Amelía! ¡Amelía!— El señor Alexander entró a la habitación haciéndole porras a su hija.
Nieves entró tras él. —Alex, por favor. Necesito que estés serio para arreglarte esa camisa.— Regañó la señora acomodando la ropa de su marido.
Adam le silbó a su madre. —¡Pero que bonita esa señora!—
—Por eso me case con ella.— Alexander le dió una vuelta a su esposa y le besó la mejilla.
—¡Aw!— Chillaron los gemelos de la familia.
El hermano mayor, David hizo acto de presencia, moldeando como Woddy. —Ah, ¿qué tal? Estoy guapo.—
—Bueno, señores. Les voy a pedir que salgan de aquí por Amelía aún tiene que terminar de arreglarse.— Pidió Diego quien los sacó de cuarto y cerró a las puertas. —Es momento de que llames a tu diva interior, Amelía.—
Marie puso su mejor bitch face para entrar en personaje y luego se echó a reír. Con ayuda de Diego, se colocó su vestido de la noche, un Prada rosado con una linda joyería que decoraba su cuello. El maquillista salió del lugar, dejando a Amelía sola en la habitación viéndose en el espejo. La puerta nuevamente se abrió pero una persona diferente a la que había salido entró, tenía un traje elegante y una gran sonrisa. Tom Hiddleston si había llegado a tiempo para el evento.
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—Ya la palabra perfección ha dejado de describirte, porque la has superado.— Dijo el británico sin quitar su sonrisa ni la mirada de la espalda descubierta de su novia.
