Capítulo. 138

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La Boda Stan-Brown.

Las olas del mar de Tulum acompañaban la melodía de la marcha nupcial interpretada por un cuarteto musical contratado para la ocasión. El altar estaba confirmado por un bello arco de flores blancas y el camino hacia él tenía pequeños ramos, las sillas de madera haciendo juego con toda la decoración. Las damas vestidas de satín rosa realizaron su entrada en compañía de los padrinos con trajes azules, emocionando a todos los invitados.

Sebastian estaba de pie en el altar, con un traje en color crema a juego con una camiseta blanca, se veía casual y elegante, una combinación difícil de lograr. El ojiazul no podía estar más ansioso, la sonrisa que poseía ya le estaba causando dolor en el rostro pero, no podía apaciguar su felicidad y cuando la vió, sintió el mundo detenerse.

Amelia estaba aferrada al brazo de su padre, luciendo un hermoso vestido blanco con un diseño similar a los que usaban las princesas en la Edad Media pero, mucho más moderno. Su cabello estaba peinado en un estilo muy época de los 40's y una tiara muy sutil estaba sobre su cabeza. El bouquet también era hermoso, con rosas blancas y flores azules haciendo parte de el.

El camino de la novia fue trazado por India y Rose al regar pétalos de flores, quienes sonreían felices por ser parte de aquel momento aunque no entendieran mucho de ello.

Stan sin darse cuenta dejó ir unas lágrimas, no podía creer que estaba a segundos de tener a la mujer más hermosa que había visto como su esposa. Amy notó los ojos ligeramente rojos de su casi esposo y por poco también se echa a llorar, estaba tan feliz y sus pies descalzos haciendo contacto con la arena la hacían sentir más vida que nunca.

—Sebastian.— Llamó Alexánder, segundos después de llegar al altar. —Te entrego a uno de los regalos más hermoso que me ha dado la vida, no le falles.— Pidió, besando la mejilla de su yerno y la de su hija con mucho cariño.

Los padres de ambas parte no podían sentir más dichosos por la unión, desde que tuvieron la oportunidad de conocer lo que antes era una amistad, supieron que sus hijos terminarían en un altar jurándose amor eterno y para nada se habían equivocado.

—Hola, bonita.— Saludó Sebastian en su susurro.

Amelia alzó sus manos hacia las mejillas del hombre y le limpió con delicadeza las lágrimas. —Hola, cariño.— Le devolvió.

El rumano sonrió un poco más y entrelazó su mano izquierda con la derecha de ella, ambos girándose un poco para ver al Ministro de Bodas y darle inició a la hermosa ceremonia.

—Estamos reunidos hoy aquí, en este hermoso ambiente para celebrar la incorporación de una nueva familia en una antigua tradición. El matrimonio se considera el pináculo de las relaciones humanas, encarnando a un tipo único de intimidad y amor.— Explicó el ministro. —Esta pareja ha pasado por diversas dificultades y aún así, han llegado al altar. He unido en matrimonio a diversas parejas durante muchos años y nunca había visto a unos jóvenes que se apreciaron con tanto amor como estos dos. Pido a todos los presentes aue recuerden este momento.—

Después de algunas palabras más por parte del ministro, llegó el momento más esperado por todos los invitados: Los votos matrimoniales y los anillos.

—¡Wu!— Exclamó Amelia bailando un poco y moviendo los brazos de su novio. —¿Quién empieza?— Preguntó con sus ojos verdes brillando.

Behind the Scenes  •|Sebastian Stan|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora