Behind the Scenes •|Sebastian Stan|•

Capítulo. 52

Broche de oro.

Era un gran día para Scarlett, ya que por fin llegó el momento de anunciarle a su amado novio que tendría una linda bebé en pocos meses. Amelía inmediatamente al llegar de Ibiza, la contactó y juntas planearon el cómo se lo harían saber, involucrado también estaba Sebastian, solo para hacer creíble una de las tantas mentiras que le dirían a Christopher.

Johansson estaba con su traje de paracaidista en la pista, acompañada de su mejor amiga. —Estoy súper nerviosa.— Chilló secando sus majos en su ropa.

—Relájate. Saldrá súper bien y con suerte, podre tener un vídeo de él desmayándose.— Contestó Amelía preparando la cámara que llevó para la ocasión.

—Repíteme el plan.— Pidió la rubia.

—Christopher llegará con Sebastian, y le dirás que quisiste hacer algo interesante juntos. Stan y yo no subiremos, me inventaré un porqué, así que no te preocupes.— Explicaba Brown. —Subirán al avión y cuando estén a suficiente altura, le dices; 'estoy embarazada', y te lanzas. El resto déjalo en mis manos.—

Scarlett asintió. —¿Y tú grabarás todo?—

—Si, junto a Adam que está en la azotea de este edificio. Es bueno con las cámaras, ¿sabías?— Amelía le decía. —En fin, prepárate para verlo llorar.—

El teléfono de la ojiverde repicó y rápido lo atendió.

—Voy llegando.— Dijo Sebastian a través de la línea y colgar.

Poco tiempo después, Evans llegó acelerado y corrió hacia su amada. La tomó de loa hombros y la revisó con preocupación. —¿Qué te hizo esa loca?—

—Amor, estoy bien.— Rió Scarlett dándole un abrazo.

—¿Qué hacemos aquí?— Pregunto curioso el rubio, viendo el lugar.

Amelía y Sebastian se fueron alejando de la pareja poco a poco, nada más para darles su espacio.

—¡Vamos a lanzarnos en paracaídas!— Chilló Scarlett saltando de emoción.

Christopher giró su cabeza hacia Amelía, casi como en el Exorcista, con sus ojos llenos de odio. —¡Tú!— La señaló.

—Yo no tuve nada que ver, ella me invitó.— Lía se defendió con la mano en el pecho, sobre su corazón. —Fue ella la que ideó esto, yo solo pagué.—

—¿Pagaste?— Preguntó Sebastian con una ceja alzada, y al no recibir respuesta, supo que también eso era mentira.

—En fin. Ponte el traje Christopher, o me lanzaré yo sola y me casaré con el instructor.— Scarlett le lanzó el traje a su novio y se fue tras el hombre que nombre.

Evans no tardó ni 10 minutos colocándose el traje de paracaidista, ya que la amenaza le dió el valor suficiente para hacerlo. Un tiempo después, los dos rubios subían al avión, uno más nervioso que el otro.

—¿No vienen?— Le preguntó el bostoniano, al rumano y la ojiverde que estaban como muñecos de pastel, solo de adorno.

—Después de ustedes... Quiero ver si mueren o no para intentarlo.— Contestó Amelía.

—Gracias por el apoyo, bruja.— Insultó Christopher abrazando con todas sus fuerzas el brazo de su amada.

Lía se encogió de hombros. —No hay de qué.—

Sebastian rió a carcajadas. —Les haremos un lindo funeral si sucede algo malo.—

—¡Púdranse los dos!— Gritó Evans más asustado.