CAPÍTULO 51

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POV Natalia

— Así que... ¿Una fiesta? — La de la melena caoba intentó romper el hielo.

La miré de soslayo, sabiendo perfectamente a lo que se refería, pero no captando ninguna emoción más allá de los nervios.

¿Eso era bueno?

— He oído por ahí que tu club de fans está sorteando entradas de un evento misterioso y especial para el fin de semana que viene. — Sonrió medio avergonzada —. No es que me haya hecho un perfil de esos en redes sociales para cotillearte, es que prácticamente lo están anunciando por todas partes.

Solté una risotada sincera con la que también pretendía descargar un poco de peso de sus hombros, pero mi humor volvió a enmarronarse irremediablemente al bajar la mirada y entrever - de nuevo - ese feo moretón que se extendía por su muñeca derecha. Que se había dado un golpe con la puerta, decía. Una puerta que, a diferencia de las mías, era capaz de adquirir formas oblicuas, evidentemente.

Ay, Lidia...

— Eso significa que mis chiquis del club de fans están haciendo las cosas bien. — Me centré en mi smoothie con bolitas, dándole vueltas a la caña.

— Sí. La verdad es que sí, especialmente por lo repentino que parece ser que han organizado todo.

Asentí orgullosa. Aunque en un primer momento solo fuesen a encargarse de hacerlo público y del trato directo con los fans, de ser la cara visible de los hilos que estábamos enredando detrás, lo cierto era que estaban siendo de lo más creativas e ingeniosas para captar todo el bombo que necesitábamos y más. Daban muy buenas ideas. Y, como ya había comprobado otras veces, era un absoluto placer trabajar con ellas. Y ellos. Y elles.

— El espacio es de una amiga, María, la que va a lanzar la línea de moda conmigo. — Le expliqué muy por encima la existencia de nuestro bar-pub de confianza —. Y su pareja es increíble organizando todo tipo de eventos y conciertos, igual que algunos de mis amigos, así que digamos que los tengo a todos entretenidos.

Mis pobres. Un día de estos me iban a acabar retirando la palaba, por mucho que estuviese buscando la forma de hacerlo conveniente para todos.

La sonrisa de cortesía con la que respondió me reveló poco. ¿Le parecía bien? ¿Le parecía mal? ¿Le parecía tan locura como al resto...?

— Si te apetece pasarte, considérate más que invitada. — Propuse manteniendo la dinámica liviana y el ritmo del crujido bajo nuestros pies —. A parte de las entradas del sorteo y las que saldrán a la venta, nosotros tenemos unas cuantas reservadas y... Vamos a aprovechar la ocasión para presentar los primeros artistas que Hugo y Paul van a lanzar con el sello discográfico del que te hablé. — Entre otras cosas —. Puede que te vaya bien desconectar un poco.

Y salir de casa. Sobre todo.

— Gracias. — Lo dijo de corazón y le sonreí de vuelta.

Pero había más, siempre había más.

— Es una fiesta de disfraces... ¿no?

— Sí... — Ahí el kit de la cuestión —. Pero no te preocupes por eso, en la entrada se estarán regalando unas bolsitas con antifaces como souvenir, con eso será más que suficiente.

Volvió a asentir y silencio. Pájaros piando, fuentes, coches y el ruido de la ciudad, eso era lo que más se escuchaba. Digamos que estaba entendiendo bastante bien lo que decía Alba con frustrarse por dar pasos atrás.

— Lo cierto es que suena fantástico, de verdad, pero... — Por fin se atrevió —. ¿Crees que es una buena idea celebrar un acto tan... grande a un par de días del juicio? Literalmente.

Come Back And TryWhere stories live. Discover now