CAPÍTULO 28

29.2K 1K 1.9K
                                    

POV Natalia

Cancún.

Mira que había sitios y destinaciones posibles en el mundo, pero ella había dicho Cancún. Precisamente Cancún.

"Yo sé que fue por mí que acabó esta historia
y hoy queda en manos de mi memoria
que por las noches te pueda a ver"

Mis ojos volaron hasta el pasillo de los baños al detectar a alguien saliendo a trompicones de allí, con la cara roja y los rizos plateados revueltos.

El foco de luz se centraba en el escenario y el resto estaba prácticamente en penumbras, iluminado únicamente por las lámparas de sobremesa y los numerosos flashes que se esparcían por el local; pero era perfectamente capaz de situar la diana de su mirada.

Lo que me provocaba era algo muy distinto al cálido cosquilleo que había experimentado minutos atrás.

"Porque nunca admití estar enamorada
siempre lo supe y no dije nada
mi corazón se quiso esconder"

¿Qué... Coño...?

Fruncí el ceño devolviendo mi atención a la cantante, inhalando muy lentamente para no empeorar la sensación opresiva que arremetía contra mis pulmones.

"Dirá la gente que yo estoy loca
Si yo estoy loca, es porque andas en mi cabeza"

En mi cabeza precisamente era donde sus palabras resonaban una y otra vez, como el eco que se expandía por una habitación vacía y plagada de grietas. Grietas por dónde el aire gélido venía acompañado de recuerdos enterrados, diálogos hirientes y pesadillas escabrosas que no quería evocar.

Nada bueno.

"Quise obligarme a olvidar tu boca
y ahora mi boca dirá que si tú regresas..."

<< — Como te largues ahora no te lo pienso perdonar nunca. — Amenazó cuando alcancé el pomo de la puerta —. ¡En la vida!>>

Cancún... Eso era Cancún.

Tragué en seco.

"Vas a quedarte,
porque te juro que esta vez voy a cuidarte."

<< — Y viendo que has dejado a todo el mundo en la estacada en cuanto te ha salido una oportunidad mejor... Tampoco mereces mucho la pena como amiga, sinceramente.>>

No.

No, no, no, no, no.

"A nuestra historia le hace falta una segunda parte,
aunque nos digan que eso nunca sale bien."

Las manos de Ici se posicionaron sobre las mías y aflojé la presión de mis dedos sobre sus muslos. Ni siquiera me había dado cuenta de cuánto le estaba apretando, pero tampoco lo había hecho de los temblores que - inconscientemente - pretendía frenar con ello.

No era necesario que me girase para confirmar que el resto del grupo tenía la mirada fija en mí también. Ni que sondeara la sala para detectar las cabezas que se iban girando hacia el reservado, curiosas por saber quién era esa persona a la que tanto había mirado la castaña del flequillo durante la presentación. Y puede que el público y sus teléfonos no fuesen capaces de encajar todas las piezas, no sin las miles de suposiciones que poco tardarían en hacer, pero mis amigos - sus amigos - sí.

Yo sí.

"Vas a quedarte
Yo haré de todo por volver a enamorarte"

Come Back And TryWhere stories live. Discover now