One Shot's Izuku x Kyouka

Banda sonora de Valentín P10

La mañana siguiente fue feliz para Izuku y Kyouka. ¡Se habían confesado el uno al otro la noche anterior y no era un sueño!

Entraron en la sala común, tomados de la mano, recibidos por sus compañeros de clase… y la marcha nupcial provenía del teléfono de cierta chica rosa.

"¡Mina!" gritó Kyouka, sonrojándose como una tormenta. A Izuku no le estaba yendo mejor.

"¡Oh, vamos! ¡Sabes que sucederá tarde o temprano!" exclamó Mina con una sonrisa. "Espero ser su Dama de Honor, por cierto."

"Espera, ¿por qué puedes ser la Dama de Honor de Kyouka?" cuestionó Momo, mirando a Mina confundida. "¡Soy su mejor amiga! ¡Debería ser su dama de honor!"

"¡Yaomomo!" gritó Kyouka, su sonrojo se intensificó. ¡¿Estaban discutiendo esto seriamente ?!

Mina hizo un puchero mientras miraba a Momo. "Bien, puedes ser su Dama de Honor."

"Gracias", respondió la chica de cabello negro con una sonrisa radiante.

"¡Pero puedo ser la madrina de su primer bebé!"

"¡¿Nani ?! ¡Eso no es justo!"

"¡¿Podrían acabar con esto ?!" gritó Kyouka; mirando a las dos chicas a las que llamaba amigas. "¡Si sigues así, ninguno de los dos será invitado a mi boda ni se acercará a mis futuros hijos!"

Eso hizo callar tanto a Mina como a Momo.

Con Izuku, podría haber sido confundido con un tomate por lo rojo que estaba. Por supuesto que Kaminari no mejoró las cosas.

"Espera, ¿realmente se van a casar ustedes dos? ¿No se juntaron anoche?"

"Amigo, no puedes ser tan tonto", respondió Kirishima, dándole al chico eléctrico una mirada extraña mientras los otros chicos suspiraban frustrados por la habilidad de Kaminari para hablar antes de pensar. Se volvió hacia Izuku y pasó un brazo sobre sus hombros en un abrazo varonil con un solo brazo. "¡No le escuches, Midori-bro! ¡Todos sabemos que no te vas a casar pronto!"

"A-Arigatou, Kirishima," respondió el chico de cabello verde.

"¡No es justo! ¡¿Cómo pudo Midoriya conseguir una novia antes que yo ?!" exclamó Mineta, al borde de la deshidratación a través de sus lágrimas.

"Fácilmente", respondió Shouto mientras él y los demás iban a ignorar la uva. "Midoriya, creo que hablo por todos cuando digo que les deseamos a ti ya Jirou una relación larga y feliz."

"Arigatou, Todoroki", respondió Izuku, dándole a su amigo una sonrisa. "Realmente aprecio eso y sé que Kyouka también lo hará".

El día avanzó, se dieron clases y pronto los estudiantes volvieron a instalarse en sus dormitorios. El sol comenzaba a ponerse y todos se estaban preparando para ir a la cama, especialmente la pareja más nueva.

"K-Kyouka, ¿a dónde vamos exactamente?" preguntó Izuku mientras la chica rockera lo conducía por el pasillo. "¡Ya deberíamos estar en la cama!"

"Lo sé, Izu-kun, y ahí es donde vamos."

Izuku arqueó una ceja en confusión. Pronto quedó claro de lo que estaba hablando Kyouka cuando entraron a la sala común y vio una almohada y algunas mantas en el sofá. Brevemente notó que Kiki se acurrucaba y dormía en el sofá adyacente antes de volverse hacia su novia.

"¿Kyouka?"

Un leve rubor apareció en su rostro. "Extraño acurrucarme contigo, Izu-kun, y dado que está en contra de las reglas que cualquiera de nosotros esté en la habitación del otro por la noche, ¿por qué no dormir juntos en la sala común? No hay ninguna regla que diga lo contrario."

Ella tenía razón, mientras pensaba en ello. Técnicamente, no había ninguna regla que dijera que no podían pasar la noche juntos en la sala común.

Lanzó una sonrisa. "Está bien entonces, Kyouka."

Devolviendo la sonrisa, Kyouka llevó a su hombre al sofá donde se acomodaron. Una vez debajo de las mantas, se subió encima de Izuku, descansando su frente contra la de él y lo miró a los ojos con tanto amor.

"Te amo, Izu-kun."

La misma cantidad de amor estaba en los ojos de Izuku.

"Te amo, Kyouka."

Se inclinó para colocar sus labios sobre los de ella en un beso dulce y apasionado, al que ella regresó feliz. Después de la sesión de besos rápidos, Kyouka se acurrucó contra su rollo de canela, apoyó la cabeza en su pecho y hizo que los latidos de su corazón la adormecieran. Izuku envolvió sus brazos protectoramente alrededor de la pequeña niña y la abrazó, no queriendo dejarla ir pronto.

Con sonrisas pacíficas, los dos amantes soñaron con su futuro juntos, llenos de un amor mutuo que nunca moriría.