Capítulo 6

44 8 3
                                    

Terminamos de ver la película dos horas después. No me he reído más en mi vida.

A parte, Jones hacía bromas todo el rato. Cosa que hacía que me riera más todavía.

El incidente de la otra noche queda completamente olvidado. Y yo estoy a gusto con mi amigo.

Después del cine, decidimos ir a cenar a una hamburguesería cercana.

—Esto está de muerte–digo cuando trago el primer bocado de mi hamburguesa.

—Yo creo que podría morir ahora mismo y sería feliz–me respalda Laia.

—¿Cómo conocías este sitio, Jones?–le pregunto.

—Venía aquí en el instituto –explica–, cuando quedaba con mis amigos siempre cenábamos aquí.

—Me acuerdo–dice Adam– recuerdo una vez que viniste con una chica. ¿Cómo se llamaba? Clara, Sara...

—Kara–responde él–Se llamaba Kara.

Siento una punzada de celos al oír el tono que usa. Lo dice con un cierto toque de melancolía, ensoñación. Cómo si la echara de menos.

Además, Jones nunca me había hablado de ninguna novia. Ni nadie.

—No sabía que habías tenido novia, Jones–le dice Laia, como leyéndome el pensamiento.

—Ya no–dice–, rompimos hace un año.

—Oh

Terminamos de cenar y no vuelve a salir el tema pero, yo me quedo pensando en ello.

Cuando nos dejan en la residencia, decido preguntarle a Laia.

—¿Tú sabías que Jones tenía novia?

—Sí. Me lo dijo Adam hace un tiempo. Sabiendo como es no se acordará—me explica—. Y como he visto tu cara de confusión he decidido preguntar, sabía que tú no lo harías.

—Wow. Y... ¿Sabes si ha tenido más de una?

—¿A qué tanta pregunta?—dirige sus ojos hacia mi. Al principio lo hace como broma, pero al instante nota que me tenso— ¡Te gusta!

—¡¿Qué?!—le digo, nerviosa—. Tengo novio Laia.

Y otra vez con el novio. ¡Qué pesada, por dios!

Tú ahora te callas.

Si me callara esto sería un aburrimiento.

—¿Y?

—¡Qué no me gusta!

—Está bien—me concede—. Entonces supongo que tampoco te interesará lo que le ha mencionado hoy a Adam.

—No tiene por qué ser sobre mí.

—O sí.

¡Será sucia! Pero la psicología inversa no funciona conmigo.

No qué va, guapa.

—Igual no me interesa.-digo, desafiante.

—Ah, ¿no?

—No.

—¿Estás segura?—pregunta con una mirada acusatoria.

—Completamente—confirmo.

Si digo que sí, lo interpretará como que sí me importa. Y si digo que no, dirá que he dicho que no a estar segura.

—Vale—dice ella—. Pues no te lo diré.

—Está bien. No. Me. Importa.

Después de eso voy a ducharme, pero Laia me detiene antes de que entre al baño.

—Valen—, me sorprende el tono serio que su voz a tomado.

—¿Si?—pregunto. Estoy segura de que va a volver al tema, y que acabará cantando como un pajarito.

—En el remoto caso de que te gustara Jones...—dice. Y me sorprende el rumbo de la conversación.

—Aja...—la incito a seguir, al ver que calla durante unos segundos.

—¿Serías...?¿Serías capaz de dejar a Alan por él?

Me pilla desprevenida la pregunta. En realidad ya lo había pensado antes, pero no esperaba que me lo preguntara ahora mismo.

—En realidad...—empiezo—¿Podemos hablar de esto cuando salga de la ducha? Necesito relajarme.

—Está bien—dice. Yo suspiro aliviada— .Pero cuando salgas me lo cuentas todo, Valen.

—Que sí pesada.

Me doy una ducha larga, tratando de evitar la conversación que le he prometido a mi mejor amiga.

—Venga—dice cuando salgo del baño—, desembucha.

—Vale...—suspiro—Ummm..., Voy a dejar a Alan.

—Admito que no me esperaba eso—dice, sorprendida.

—Y sí, me gusta Jones. Pero antes de intentar nada tengo que romper con Alan.

—¡Que guay!—dice emocionada—¡Mis mejores amigos juntos!

—Espera, ¿Juntos? Todavía no sé lo que piensa él.

Ella me mira.

—Bueno...—empieza ella—Está mañana... puede... Qué yo le haya insinuado que ibas a dejar a tu novio.

—¡Pero si yo no te he dicho nada hasta ahora!

—¡Se te nota a la legua! ¡Por dios! Hace muchísimo que no hablas con él y que no le respondes a los mensajes—explica—, y menos si estás con nosotros.

En eso tiene razón.

¿Por qué siempre apareces cuando no te necesito?

Soy así de oportuna.

—Eso no es cierto—digo—, solo... Me gusta hablar con él a solas.

—Sigue engañándote, Valen.

¿Por qué todo el mundo dice lo mismo?

Porque es cierto.

—Pero si alguien te gusta... Es lo que hay.

—¿Y...?-pregunto.

—Y... ¿Qué?

—Antes has dicho que le has insinuado que iba a dejar a Alan—explico—, pero no has terminado.

—Puede...—comienza—que se haya emocionado casi invisiblemente más de lo necesario.

—¿¡Cómo!?

—Lo que oyes.

—¿Y qué hago yo ahora?—pregunto—Aún faltan tres semanas para el cumpleaños de Maya. Y si le digo que me gusta sería como engañar a Alan ¿No?

—Por ahora no hagas nada—me dice, tranquilizándome—. Espera a romper con Alan y deja que todo fluya. ¿Esta bien?

—Vale.

—Y ahora, voy a darme una larga ducha para asimilar toda esta información.

Me río con su comentario, me pongo los cascos, y enciendo mi música para escribir un poco en mi libreta.

Antes De TiKde žijí příběhy. Začni objevovat