Capítulo 18

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Salí temblando delante de la pizarra digital, no quería cantar delante de ellos.

Mis compañeros de clase estaban enfrente de mí, después de Valeria iba a parecer la peor imbécil que existiera.

La música empezó a sonar por los altavoces, esta es una de mis canciones favoritas así que intenté respirar hondo y tranquilizarme.

Recordé los consejos de mi profesor y empecé a cantar Shallow.

Tell me something girl.

Vi que los que me habían oído el año anterior abrieron la boca por el cambio, había mejorado pero no tanto como pensaba.

Fui subiendo de tono, y cada vez que miraba a los lados, veía a más gente que antes intentando aguantarse las carcajadas.

El estribillo me daba mucho miedo. Era un agudo pero no podía parar en ese momento.

Intente no apretar la voz para evitar que se me fuera la nota, pero igual daba risa.

Mucha risa.

Incluso vi a Valeria bebiendo agua para aguantar las carcajadas.

Cuando terminé, Ender y Ethan me miraron preocupados.

—¿Estás bien?—preguntó mi amiga.

Simplemente asentí con la cabeza.

Cuando Fran terminó su presentación, pedí al profesor ir al baño.

Allí, no paré de compararme con Valeria.

¿Cómo pensaba que alguien iba a tomarme en serio después de ella?

Todos se habían quedado embobados con ella, y yo había desafinado más que un gallo a las seis de la mañana.

¿Quién me creía yo para combatir con Valeria?

Era una mierda.

Cuando salí del baño, me lavé un poco la cara y me coloqué las pestañas con un dedo. Era como cuando tenía un bajón.

Pero de autoestima.

Volví a subir los tres pisos de escaleras hasta llegar al aula de música, todos estaban riendo por el monólogo que acaba de hacer Manuel.

Los que estaban a mi alrededor y me habían visto la cara seguían preocupados, pero les dije que todo estaba bien y que había ido a cambiarme la compresa.

Para algo sirve tener la regla, joder.

Y justo cuando vi que Valeria seguía riendo con sus amigas, lo entendí.

No debería presentarme.

Mientras barajaba las posibilidades y seguía comparándome con mi compañera...

Abro los ojos, pero una luz delante de mi rostro me hace volver a cerrarlos.

Estoy sudando.

Tapándome los ojos con la mano, los abro de nuevo y miro a mi alrededor, Jones está a mi lado.

—¿Val?—pregunta, acercándose a mí.

—Sí, claro—le respondo.

¿Quién voy a ser sino?

—Dios—suspira y se acerca a mí—Que susto me has dado.

Y es en ese momento cuando me doy cuenta.

Esta no es mi habitación.

—¿Dónde estoy?—le pregunto, intentando incorporarme.

Cuando lo intento, un dolor en mi brazo derecho y parte de mi estómago me hace retroceder y soltar un pequeño quejido.

Antes De TiWhere stories live. Discover now