Capítulo 14

37 5 0
                                    

—No se nota que llevas dos meses sin hacerlo—dice Jones con la respiración acelerada—. Es más, pareces muy entrenada.

—No quiero saber cuánto llevas tú para poder hacerlo así—respondo, igual a él.

La verdad es que era muy bueno. No me esperaba nada así.

—¿Y si te digo que desde que te vi por primera vez no he podido acostarme con nadie?—pregunta, burlón.

—No me lo creo. Eres demasiado bueno—pienso un momento—. Espera... ¿Podido? ¿Lo has intentado?

Clavo mis ojos en él como dos dagas y Jones me mira con expresión angelical.

—Estaba confundido, ¿vale?

—¡Así que querías acostarte con alguien más!

—¡Ni siquiera sabía que era lo que estaba sintiendo!

Pongo los ojos en blanco.

—Vale, como digas.

Acto seguido, salgo de la cama y recojo mi ropa, que quedó esparcida por toda la habitación.

—¿A donde vas?—pregunta Jones, incorporándose sobre sus codos.

—A la habitación de invitados—respondo, vistiéndome.

—¿Por? Aún queda tiempo...—dice sin terminar.

—Nunca pensé que podrías llegar a ser tan pervertido, Jake Jones.

—Ni que tú serías capaz de dejar a alguien con las ganas, Valentina Sabine.

Antes de terminar de abrocharme el pantalón le tiro la almohada a la cara.

—¡Ey!—dice empujando el cojín con sus manos, riendo—. Ahora en serio, ¿Por qué no te quedas a dormir aquí?

—Porque los demás aún no saben que he roto con Alan, bueno, Laia sí pero... Adam y Amy no.

—Sí lo saben. Laia nos lo contó cuando le colgaste el teléfono.

—¿Tú también lo sabías?

—Sí—contesta, asintiendo con la cabeza.

—¿Todo?

—Ajá.

Me sorprende que aunque lo supiese me escuchara ayer con tanta atención. No le importo que me repitiera la historia.

—Entonces...—empiezo.

—Eso significa que puedes quedarte.

Me mira con expresión de cachorro abandonado, me recuerda a Boo cuando quiere algo de mi comida.

—Está bien—respondo-pero solo para dormir. Mañana tengo clase.

—Vale, aburrida.

Vuelvo a tumbarme en la cama pero igual vuelvo a ponerme unas bragas y mi camiseta.

Me acerco a él y apoyo la cabeza en su pecho abrazando el mismo.

—¿Estás segura de que no quieres...?—pregunta sin terminar.

—Jones, duérmete.

Vuelvo a acomodarme y él resopla contra mi cabeza.

—Está bien. A dormir se ha dicho.

—Buenas noches.

Y así, es como nos quedamos dormidos.

***

Al día siguiente, me despierto y me doy cuenta de que sigo abrazada a Jones.

Él está durmiendo plácidamente con el brazo rodeando mi cuello y su mano acariciando mi brazo.

Antes De Tiحيث تعيش القصص. اكتشف الآن