Capítulo 6

20 4 0
                                    

Mini maratón 2/2

—¿Val?—Jones sale del baño terminando de ponerse unos pantalones de algodón. Parece extrañado cuando me ve—¿Qué haces aquí?

Tiene el pelo mojado y se lo está secando con una toalla. Al retirarla, tiene el pelo aún más despeinado de lo normal y apuntando hacia todos lados. Algunas gotas caen por su espalda y me distraen pero intento centrarme rápidamente. ¿Se ha duchado? Pero si eso es un aseo. No tiene ducha. 

¿Te recuerdo que le has tirado un cubata a la cabeza "sin querer" mientras estabas borracha?

Ah, sí, sí... Cállate, conciencia. 

—¿Podemos...? ¿Podemos hablar?—le pregunto, jugando con mis dedos.

Su ceño se frunce aún más ante mi pregunta. 

 —Claro. 

Salgo sin esperarlo hacia el patio trasero, el que da a la piscina, sin siquiera mirar atrás para percatarme de que está ahí. Pero lo sé. 

—¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?

Yo me quedo callada durante unos segundos, abrazándome a mí misma, pensando cómo plantear el tema de conversación. Tras unos minutos dándole vueltas, respiro hondo y voy al grano. 

—¿Por qué me has mandado esa canción? ¿Es para... pedirme dusculpas o algo parecido? Si es así ¿Por qué ahora, por qué no hace dos meses, o cuatro, o cinco, o cuando me fui? Además, joder, Jones, estás con Yelena. ¿Por qué estás en casa de tu ex con ella aquí? Juro que no te entiendo. 

Lo digo todo de sopetón, no sé si se me ha entendido del todo,  sobre todo por su expresión perpleja. Puedo ver que está confundido, ordenando todas sus ideas juntos con las que yo le acabo de meter tan rápido en la cabeza. Aunque llevemos seis meses sin vernos aún puedo leerlo cómo un libro abierto, cosa que era muy difícil cuándo lo conocí. 

—Primero, y me da que es lo que más te importa: Yelena no es mi novia, ni mi rollo, sólo es mi prima. Tiene dieciséis años y se puso cómo loca cuando se enteró de que te conocía—pone los ojos en blanco—. Y... sobre la canción... que yo sepa, tu cumpleaños no era hace seis meses, sino hoy—Le lanzo una pinza de la ropa a la cara y él se ríe—. Vale, vale... Echaba de menos tu carácter. Necesitaba hablar contigo de esto en persona, pero no sabía cómo podía acceder a ti sin que me huyeras cómo si fuera una mala hierba. Así que le pregunté a Leila si podía conseguirme dos entradas para tu último concierto, así de paso me libraba de Yelena y...

—Espera, para el carro, ¿Quién es Leila?

—Es una forma cariñosa que tengo de llamar a Laia, cuando llegó aquí no pronunciaba bien su nombre y terminé por llamarla así como si fuera su verdadero nombre. Se cansó de repetírmelo una y otra vez—ríe. 

 —Vale... Pero, ¿Por qué querrías pedirme perdón?

Él parece incómodo cuando se pasa una mano por el pelo y se rasca la nuca. 

—Yo solo... joder, Val, te he echado de menos, ni te imaginas cuánto. Me he dado cuenta de que fui un completo imbécil, y quiero ser bueno, quiero ser el chico que te mereces, sin engaños, sin misterios, quiero ser un libro abierto para ti, volver a ser tuyo... Si tú me dejas. 

No digo nada. Sinceramente, dudo que se me ocurriera algo si pudiera hacerlo. No puedo encontrar mi propia voz...

Pero si mi risa. 

Así que estallo en carcajadas. 

—¿En serio piensas que voy a creerme todo ese rollo? Por Dios, Jones, ya lo hice una vez, no pienso volver a caer en tu juego. ¿De cuál de mis libros te has sacado ese texto para conmoverme? Me suena de After, de cuando Hardin la cagó con Tessa. La diferencia entre ellos y nosotros es que ellos se querían, se amaban y no podían vivir el uno sin el otro. Hardin terminó enamorándose de ella. Pero tú jamás me quisiste a mí. Y yo jamás volveré a quererte a ti. 

Antes De TiWhere stories live. Discover now