Capítulo 15

19 4 0
                                    

Al final, después de barajas muchas, muchas —pero que muchísimas—opciones, me había decantado por buscarme un vestido blanco, ajustado, para conjuntarlo con unas botas del mismo color con algo de tacón. 

Me estoy haciendo las trenzas para la peluca, cuando oigo que alguien llama a la puerta. 

—¡Pasa!—grito por encima de la música. Siempre me he preguntado por qué nunca me han dicho nada.

Dudo que Jacob les dejara. 

Ya no tengo nada que ver con él y siguen sin reclamarme. 

Dudo que les deje, igualmente.

—¿Estás segura de que quieres ir a esa fiesta?—me pregunta Jones, que se ha acercado y se ha sentado en el banco a mi lado, yo sigo concentrada en la trenza—. Sé que no te gusta, no es necesario que vayas. 

—Quiero. Y, además, Laia tiene razón, Jones. Hace mucho que no pasamos un tiempo juntas. He estado tan... obsesionada con la gira y el disco que he descuidado a todo el mundo—Pongo la goma con rabia cuando finalizo la última trenza y me siento en el retrete, con la cabeza entre las manos—. Soy una puta egoísta, parece que esté retrocediendo en vez de avanzando.

—¿Por qué dices eso?

Me planteo contárselo, pero recuerdo las primeras palabras que me dijo Candela cuando volví aquí para seguir estudiando, lo mismo que me dijo en su momento con Yoshi, "no importa lo que haga o diga, Adri. Sigue siendo el mismo que te tiene roto el corazón". Así que retrocedo, y niego con la cabeza. 

—No importa. 

—Sí, sí importa, Val. Cuéntamelo, por favor. 

Nos quedamos un rato en silencio hasta que yo suspiro, intentando encontrar las palabras correctas para expresar lo que siento. 

—Jacob...—noto que la expresión de su rostro cambia cuando escucha como lo he llamado—. No puedo seguir así. 

—¿De qué estás hablando?—noto como en su voz hay pánico puro, y él no se esfuerza en ocultarlo—. ¿Estás volviendo a tener ataques? Podemos hablar con Raúl, hacer que retrase un poco el comienzo de grabac...

—Jacob, me refiero a esto—nos señalo a nosotros—. No sé ni que es lo que hay, pero no puedo dejar que siga desarrollándose hasta que vuelva a estar enamorada hasta las trancas y vuelva a pasar lo mismo. Me niego a volver a ese infierno. 

—¡Pero ¿en serio crees que volvería a hacerlo?!—se tira del pelo, algo que le pegué yo el año pasado—. ¿Me puedes explicar que demonios te pasa por la cabeza, Val? Venga ya, he probado lo que es estar sin ti, y han sido los peores meses de mi vida. Llevo más de cuatro semanas intentando que me perdones, y cuando realmente pienso que lo has hecho, ¡¿me vienes con esto?! Si no vas a dejar que las cosas sean como antes no me beses ni me dejes dormir en tu cama, joder, lo único que haces es ilusionar. 

—¡¿Y encima el problema es conmigo?!—grito aún más fuerte que él y suelto una risa sarcástica—. Pero ¿quién coño te crees que eres? Fuiste quién vino a mi concierto. Fuiste quién aceptó quedarse en mi casa esa noche por invitación de Laia. ¡Has sido TÚ  todo el tiempo! Me has hecho confiar en ti, he vuelto a creer en un nosotros, y ahora que te digo que quiero tener cuidado porque no estoy segura, y sabes que no olvido con facilidad ¡Reaccionas así! ¿De qué coño vas , Jones?

Nos quedamos en silencio, en la pequeña habitación solo resuena mi respiración acelerada. Parece que va a hablar para disculparse, pero me adelanto. 

—Vete.

—¿Qué?—parece realmente dolido.

—Vete, Jacob.

Antes De TiWhere stories live. Discover now