Capítulo 30

32 5 2
                                    

Último capítulo gente ;)

Hoy las clases han sido matadoras.

Y no matadoras de: han sido aburridísimas porque sí.

Sino que han sido aburridísimas porque no tengo ganas de nada.

Sinceramente-y no sé muy bien por qué-, un mal presentimiento me ha estado rondando la cabeza durante las cinco horas.

No es algo extraño, la verdad, siempre tengo mis conspiraciones así que he terminado por no hacerles caso.

Lo único que quiero ahora es llegar a casa con Jake, tirarme en la cama y no levantarme hasta que tenga hambre.

Probablemente mi querido novio me arrastraría fuera de las sábanas y me prepararía cualquier cosa- aunque le saliera fatal-para convencerme y tras un largo debate sobre que debo comer terminaría por llevármelo a la cama.

¿Cómo?

La comida, loca.

Me extraña cuando, al entrar en casa, no encuentro a Jake en el sillón viendo alguna tontería en la televisión.

Y un escalofrío me recorre la espalda.

Es algo que me ocurre a menudo, así que lo ignoro.

Me acerco a la puerta, y el malestar aún me persigue, pero sigo ignorándolo.

-¡Jaaaakeeeee!-digo mientras abro la puerta-¡Ya estoy a...!

Siento que el mundo se me cae a los pies.

No.

No, no, no, no, no.

Esto no puede ser cierto, me niego a creerlo.

Lo siguiente que ven mis ojos es mi peor pesadilla, lo único que pensé que nunca ocurriría.

Sus manos sobre ella...

Las de ella sobre él...

Sus piernas entrelazadas...

Sus labios juntos...

Sus ojos cerrados...

-¿Qué demonios...?-intento preguntar.

Jake por fin se separa de la desconocida para mirarme.

Su rostro palidece.

-Val...-se quita a la chica de encima y se acerca a mí. Todo él presa del pánico.

-¡¿Que coño es esto?!-grito.

Él se levanta de la cama precipitadamente, acercándose a mí.

-Val, por fav...

-¡No me toques!-vuelvo a chillar cuando alarga una mano hacia mí.

Acto seguido me doy la vuelta, dispuesta a irme y no volver, pero me alcanza en la entrada agarrándome por el brazo.

-¡¿Que quieres?!-me suelto brutalmente de su agarre, mis ojos llenos de lágrimas y nublando mi visión.

-Yo... Solo...

-Tú solo ¿Qué?-espeto.

-Lo siento, yo...

-¡No! ¡Callate!

-Déjame explicarme, por favor...

Noto la desesperación en su voz, pero no me importa. Acaba de hacer lo único que podría dolerme, no... No me puedo creer que haya hecho esto.

De repente, me doy cuenta de las sensaciones que he experimentado durante los últimos minutos pero de las que no me han alertado mis sentidos, distraídos con el traidor frente a mí.

Antes De TiWhere stories live. Discover now