capítulo 28

28 6 3
                                    

El fin de semana ha sido increíble.

Al volver, Maya me pidió que me quedara en casa a dormir, que la acompañase en su cuarto como hacíamos antes, pero no podía. Ahora que sabía lo que era vivir sin gritos y peleas a todas horas no pensaba volver a ello. Ni siquiera durante unas horas.

Me llamareis egoísta, pero, creedme, me es imposible volver a ese ambiente de nuevo, y también me pone enferma que Maya esté sola en esa mierda de lugar.

Lo tengo todo planeado desde hace tiempo, cuando empiece a trabajar me compraré un piso y Maya podrá venir cada vez que la cosa se ponga fea para verme, o, si no estoy, a relajarse en sí. Lo sé por experiencia, cuando mi padre se enfada más vale estar lejos.

Por la noche subí las escaleras mecánicas hacia el avión con la mirada de mi familia completa clavada en la espalda. Pero no me volví, solo quería abrazar y ver a Jake. No sé qué me pasa pero un solo fin de semana ya me parece meses separados.

Bajo del avión barriendo el lugar con la mirada, esperando a alguien que no pienso ver llegar. Son las cinco de la mañana en Londres, y, sinceramente, dudo mucho que Jake se haya despertado a las tres solo para...

No.

No, no, no.

No me lo puedo creer.

Esto no puede estar pasando.

Corro hacia él, tirando de la maleta y sin preocuparme de la gente a mi alrededor, solo quiero abrazarlo.

Pero claro, soy yo y no puedo salir de un sitio sin hacer el ridículo, así que mis pies se cruzan de una manera confusa, haciéndome caer.

Lo sabía.

-De verdad que tú siempre necesitas entradas triunfales.

-Dirás estropear entradas triunfales.

Él se ríe.

-Venga-me agarra de la mano a la vez que coge mi maleta-, vámonos a casa.

-Ah-digo, indignada-, ¿Ni un beso de bienvenida?

Él se ríe suavemente.

-Ven aquí.

Me atrae hacia sus brazos y para sus manos en mi cintura. Yo paso las mias por su nuca, terminando en su pelo y enredando mis dedos en él con una sonrisa juguetona.

Dios, como le he echado de menos.

***

-Jake-le digo, ya por la tarde-, ¿Hacemos algo?

Él se vuelve hacia mí con una sonrisa de diablo y levantando las cejas.

-¿Que quieres hacer, pequeña pervertida?

-No saques conclusiones tan rápido, guapo-respondo-. Quiero hacerme mi segundo tatuaje.

Él se queda en el sitio, dejando de acercarse a mí.

-¿Que?

-La flor de lis, ¿Lo recuerdas?

Se lo conté cuando nos empezamos a hacer preguntas, antes del accidente de Adrián y el mismo día que le conté sobre lo de mi decimosexto cumpleaños.

Antes De TiNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ