Capítulo 25

27 2 5
                                    

Mini Maratón 2/2 <3

Me paso por aquí para decir que la historia tendrá 30 capítulos más el epílogo, así que queda poquito. Disfrutad. 

No. 

Esto no puede estar pasando.

Comienzo a negar con la cabeza fervientemente, sin poder creer las palabras del médico.

—Val, tranquila—oigo una voz.

Mis ojos se abren, y enfocan poco a poco, calmándome al notar como una mano deja que la rodee con la mía y la apriete. Sigo temblando, pero veo claro cómo Jake me mira con expresión tranquilizadora aún cuando él también está conmocionado. 

—Los dejaré a solas— el médico sale de la habitación. 

—Val, lo siento muchísimo.

—No me lo puedo creer—mis ojos están llenos de lágrimas—, ¿Cómo no nos dimos cuenta?

—Yo..., no lo sé, Val—se rasca la nuca—. ¿Cuándo lo hemos hecho sin...?

Me incorporo hasta quedar sentada en la camilla y suspiro, abrazándome a mí misma. Aún no puedo asimilarlo.

—¿Cuándo podré irme a casa?—mi pie sube y baja histéricamente—. No quiero estar más tiempo aquí.

—El médico ha dicho que aún tienen que hacerte algunas pruebas—él se sienta a mi lado, con las manos apoyadas en las rodillas—. Tienen que asegurarse de que el... la pérdida, no te ha hecho daño físicamente. Probablemente mañana estaremos en casa.

—¿Has hablado con los demás?

—Sí—me mira por encima del hombro—, les he dicho que estamos en el hospital, pero nada más. Les he pedido que no vengan porque ahora mismo necesitas asimilar lo que ha pasado, ya mañana les explicaremos todo.

Vale... eso está bien, supongo.

Me alegra que haya sabido que era lo que necesitaba, porque la verdad es que ahora mismo no me apetece tener a Laia casi llorando pero conteniéndose porque no quiere deprimirme más; Adam diciéndonos que es normal; y a Amy fingiendo que no quiere estar en cualquier sitio menos ese.

—¿Cómo crees que reaccionaran al saber que...?—Jake rompe el silencio.

—Laia estará histérica al principio cuando se lo digamos—me río un poco, sin ganas—, pero después caerá en el pasado de la frase y se echará a llorar; Adam no sabrá muy bien que hacer aunque nos consolará igual como pueda; y Amy... bueno, no sé muy bien que esperarme de ella.

—Sí... —se pasa la mano por el pelo—, supongo que será así.

Me doy la vuelta y me siento a su lado, dejando que mis pies cuelguen de la cama sin llegar a tocar el suelo. Apoyo la cabeza en su hombro y él me mira.

 —¿Cómo estás tú?—me atrevo a preguntar—. Hemos estado hablando todo el rato de mí, pero no he sido solo yo la que ha perdido algo.

—Yo..., no lo sé, me siento extraño—apoya su cabeza en la mía—. Nunca había pensado en esto, y menos tan pronto..., me ha pillado desprevenido.

—Ya... a mí también—suspiro—. ¿Alguna vez has pensado nombres para tus hijos?

—Pues...—frunce levemente el ceño—, la verdad es que no. Nunca pensé que tendría hijos.

—¿Y eso por qué?

—Las únicas dos parejas que he tenido han durado menos de seis meses—se encoge de hombros—. Siempre he sido horrible con las relaciones.

Antes De TiWhere stories live. Discover now