Capítulo 16

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Siento muchísimo, de verdad, no haber actualizado en tanto tiempo, prometo que pensaba que había actualizado hace dos semanas. Así que, para compensar, traigo una sorpresa. Son intensitos, eh, la verdad, me ha encantado escribir estos dos capítulos, aunque el último me ha costado un poco más porque lo he escrito a último momento. 

Buena suerte <3 

Mini maratón 1/2.

Cuando me despierto de nuevo, no es por causa del final del efecto de la droga, sino porque Cleant, a mi lado, me está sacudiendo el hombro violentamente. 

—Maya, no sé que le has dicho a tu amiguita pero la poli está aquí—espeta, con voz amenazante—. Más te vale moverte y no molestar. 

Sigo algo grogui por los efectos de la droga, pero me despierto de repente cuando veo que Cleant tiene una pistola en la mano. Ya me ha desatado y, en cuanto me levanto, me clava la punta de la pistola en la sien y me rodea el cuello con un brazo. 

Ahí es cuando, intentando pensar cómo puedo deshacerme de su agarre, escucho algunos leves sonidos de sirenas de policía. 

Ando a la par de mi secuestrador, que me guía a través de la sala en la que nos encontrábamos hacia la contigua. Al intentar volver la cabeza—Cleant me la vuelve a poner en su sitio—he logrado ver un cartel verde neón con la palabra salida en él. 

El rubio continúa mirando hacia todos lados, por lo que no se da cuenta de que cada que nos acercamos más a la puerta, las sirenas suenan más alto. 

Justo cuando él está a punto de abrir la puerta, se escucha a alguien hablando por un megáfono. 

—Devuélvanos a la chica y no saldrá herido, señor Wright—brama una voz masculina.

Mierda. 

Cleant se aparta inmediatamente de la puerta, esa ha estado cerca. Volvemos a caminar, esta vez en dirección contraria, y puedo notar como la sangre de mi cuerpo bombea cada vez con más rapidez, temiendo que esta sea mi hora. 

No puedo morir, tengo demasiadas cosas que decirle a todo el mundo, muchas cosas que hacer, que vivir. No puedo morir a los diecinueve. No puedo dejar a Maya sola. Y, sobre todo, tengo que arreglar las cosas con Jake.

Cuando vuelvo a centrarme en lo que hay a mi alrededor, veo que nos estamos dirigiendo hacia la puerta principal. Supongo que la otra sería la salida de incendios. Su brazo sigue alrededor de mi cuello, pero ha movido la pistola para poder disparar a quien se acerque. 

En cuanto cruzamos el umbral de la puerta, le clavo un codazo a Cleant en el estómago, a quién se le escapa un disparo por la impresión. Corro hacia la puerta y la cierro, mientras, de rodillas para no recibir una bala, muevo la mesa de la entrada para bloquear la entrada. 

No lo noto hasta que me encierro en el baño y la adrenalina frena, pero el disparo me ha rozado la pantorrilla. Duele, pero no tanto como dolería que me hubiera atravesado la pierna. Busco un botiquín, limpio la herida y la vendo, de forma que quede tirante para parar la pequeña hemorragia. 

Pego la oreja a la puerta para escuchar si Cleant ha conseguido volver a entrar, como no escucho nada, corro el pestillo y salgo de la habitación. 

Me arrepiento inmediatamente. 

Alguien me da una patada en la parte de atrás de las rodillas, me aprisiona las piernas contra el suelo con la parte baja de las suyas, y me agarra del pelo en un puño. Cuando ve que quiero intentar hacer algo con mis manos, me las agarra con la que le sobra y acerca su boca a mi oreja. 

Antes De TiWhere stories live. Discover now