NOAH
Despierto por el sonido de la puerta y estoy tan agotado que no me importa. Intento dormir de nuevo y, en medio de mi inconsciencia, la escucho caminar hacia donde me encuentro. No me agrada que las personas entren a mi dormitorio y recuerdo habérselo mencionado, pero, como siempre, ha ignorado mis palabras.
—Noah...
—¿Qué haces en mi habitación? —murmuro, enterrando la cara en la almohada.
—Tenemos que hablar.
—No, quiero dormir.
—Noah...
—Fran —me quejo—, no sé si es tu voz o las drogas, pero me duele la cabeza.
—Hablaré rápido.
Gruño al escucharla y ella no parece afectada porque continúa acercándose. Siento el colchón hundirse a mi lado y parte del cansancio se me agota de pronto porque no puedo evitar elevar la cabeza para mirarla. Continúa con la misma ropa de anoche y se ve tan caliente que quiero quitársela en ese segundo, aunque eso sería una mala idea, incluso si usara la excusa de que quiero recuperar mi camiseta. Eso es lo único que lleva sobre sus bragas y el recuerdo de la noche anterior me termina de despertar.
—Necesitamos hablar sobre anoche.
—¿En serio tendremos esta conversación?
Asiente y se lleva el dedo pulgar a la boca para morder su uña. Acomoda sus piernas, dejando una doblada hacia arriba que abraza contra su pecho.
—¿Notaste algo raro e importante anoche?
—Todo fue raro anoche.
—¡Noah, concéntrate!
—De verdad me duele la cabeza, solo dime.
Y no miento, un martilleo constante maltrata mi sien izquierda y los ojos me pesan. Solo quiero dormir y comer a oscuras.
—¡No usamos condón! —chilla finalmente y sus mejillas se vuelven rojo fuego—. Tú y yo tuvimos sexo sin protección.
—Oh, ya veo.
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De una boda y otras mentiras
Novela JuvenilNoah y Fran no se conocen. No tienen los mismos pasatiempos ni los mismos amigos y, mucho menos, las mismas aspiraciones. Pero hay algo que sí tienen en común: ambos asisten a la Universidad Phoenix. Y en un viaje no planeado a Las Vegas, tendrán al...