Noah y Fran no se conocen. No tienen los mismos pasatiempos ni los mismos amigos y, mucho menos, las mismas aspiraciones. Pero hay algo que sí tienen en común: ambos asisten a la Universidad Phoenix.
Y en un viaje no planeado a Las Vegas, tendrán al...
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ESPECIAL HALLOWEEN
Los sucesos narrados tienen lugar antes de la renovación de votos (epílogo).
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NOAH
Nueva Jersey me recibe una vez más con los brazos abiertos y una cómoda cama que me gustaría utilizar para recuperarme del jet lag, pero que, en cambio, utilizo para dormir aún menos. Es difícil de evitar y tampoco creo querer hacerlo. Volver a ver a Fran, mi esposa, luego de semanas separados hace que no deseemos pasar ni un minuto separados y dormir comienza a estar sobrevalorado. Al menos, hasta que el agotamiento puede conmigo como la noche anterior y me duermo en medio de una charla post sexo.
La casa de mis abuelos y lo alejada que está mi habitación del resto de los dormitorios nos permite tener esa privacidad que necesitamos y es una de las principales razones por las que paramos aquí siempre que vengo. El apartamento donde vive Fran está bien, pero queda alejado de todo y a pesar de que tiene su carnet de conducir, me sigue dando miedo al volante, aunque es un secreto que planeo llevarme a la tumba.
Regreso a la sala después de atender el último llamado de «dulce o truco» y me siento junto a mi abuelo que está más que concentrado viendo una vieja película de Al Pacino. Fran se está preparando en el piso de arriba para ir a una fiesta y. como no podía ser de otra manera, yo estoy listo desde antes. No la culpo, todo ese maquillaje toma tiempo y antes de hacer el suyo, hizo el mío con muchas quejas de mi parte.
—¿Qué estamos viendo? —pregunto para romper el silencio.
Mi abuelo despega la mirada de la pantalla y me dedica una pequeña sonrisa.
—¿Los zombis no conocen los clásicos?
—No soy un zombi. Creo.
—¿De qué vas disfrazado entonces?
—Ni idea, pregúntale a Fran. Ella ganó al sacar el palito más largo.
