Noah y Fran no se conocen. No tienen los mismos pasatiempos ni los mismos amigos y, mucho menos, las mismas aspiraciones. Pero hay algo que sí tienen en común: ambos asisten a la Universidad Phoenix.
Y en un viaje no planeado a Las Vegas, tendrán al...
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FRAN
Son las ocho de la mañana y el muchacho frente a mí parece estar más dormido que despierto. Sus ojos chocolates se cierran por más segundos de lo normal al parpadear y está bebiendo su café en silencio; sin embargo, presta atención a cada cosa que digo.
Noah no es una persona activa, al menos no el ochenta por ciento del tiempo. Es alguien casi hogareño, le gusta estar en casa y que nadie lo moleste. Al principio creía que era aburrido, pero no se trata de eso. Estar con él puede ser como visitar un parque de diversiones con la única diferencia de que no temes por tu vida.
—Quiero conseguir un nuevo empleo.
—¿Sí? —pregunta con curiosidad para luego darle un sorbo a su café, lo único que evita que se duerma—. ¿Ya no quieres seguir en el club?
—No después de lo que sucedió. Solo mis compañeras preguntaron por mí, mis jefes ni siquiera se preocuparon, tan solo soltaron una mierda similar a que vuelva cuando mi cara esté recuperada.
—Correcto, es mejor que busques otro trabajo.
—Eso estaba diciendo. —Sonrío y le entrego una tostada con mermelada para que coma algo junto a su café—. No vivimos en una zona muy turística, pero hay algunas pequeñas posadas cerca y también hoteles de menor categoría que suelen ocupar los familiares de los estudiantes.
—¿Y Milan?
—¿Qué hay con ella? —suelto con confusión.
—Su padre es dueño de una gran cadena de hoteles, ¿no puedes decirle que te ayude a conseguir algo?
—Sus hoteles están en grandes ciudades, no aquí.
—Pero seguro conoce a alguien que conoce a alguien que conoce a la persona adecuada.
—No lo sé... no quiero que mi currículo esté lleno de favores a futuro.
—Al menos que te consiga una entrevista, no un empleo. Así sentirás que todo depende de ti.
—Esa es una buena idea.
—Lo sé. —Es su turno de sonreír y se ve tan lindo que quiero besarlo—. No es malo recibir ayuda, Francine.
