Noah y Fran no se conocen. No tienen los mismos pasatiempos ni los mismos amigos y, mucho menos, las mismas aspiraciones. Pero hay algo que sí tienen en común: ambos asisten a la Universidad Phoenix.
Y en un viaje no planeado a Las Vegas, tendrán al...
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NOAH
Espero un ceño fruncido cuando veo a mi abuelo salir del aeropuerto con un pequeño bolso de mano y su usual atuendo de chaqueta y pantalones de vestir; sin embargo, no es lo que recibo cuando me saluda con un abrazo que dura más de lo imaginado. Con su mano en mi hombro, caminamos en silencio hacia mi camioneta y subimos manteniendo la quietud.
No se lo ve feliz, pero tampoco enojado. Un rápido vistazo me muestra que él no está de acuerdo con mis decisiones, después de todo he logrado lo que tanto temía: desilusionar a mi abuelo. La sensación en mi pecho no es linda, aunque tampoco es tan asfixiante como siempre la imaginé. Quizás el hecho de que estén sucediendo cosas más importantes a nuestro alrededor eclipsa todo o tal vez ya maduré y entendí que solo debo hacerme feliz a mí mismo.
Sostenemos una pequeña charla que en nada tiene que ver con la razón de su viaje y que ambos estamos usando como excusa para no viajar en silencio. Soy un cobarde por no hablar de lo importante desde el inicio; mi abuelo también lo es. Al fin y al cabo, somos más parecidos de lo imaginado.
El cartel que da la bienvenida al pueblo universitario nos saluda al pasar y suelto un suspiro porque todo se vuelve realidad de nuevo. Al salir, fue como si estuviera abandonando un mal sueño y ahora estoy regresando a la boca del lobo. Pero aquí también hay cosas buenas, entre los miedos que paralizan, también se encuentra mi mejor amigo, la carrera que me encanta y... Fran. Espero que Fran continúe un poco más dentro del pueblo o sí se convertirá en una real pesadilla.
—¿En qué piensas, Noah?
—En Fran —me sincero—. Siempre estoy pensando en ella desde que el video salió.
—¿Y has pensado en ti también?
Lo miro con confusión por cortos segundos antes de volver la mirada al frente.
—¿A qué te refieres abuelo?
—¿Has pensado en cómo te sientes tú con el video? ¿Con lo que le está pasando a Fran?
—Mal, me siento mal. Siento que es mi culpa de alguna manera.
—¿Y eso por qué?
Un nuevo suspiro, pero esta vez se debe a que decirle la verdad a mi abuelo es duro e incómodo.
