Capítulo 33

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NOAH

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NOAH

El equipo de la universidad ha vuelto a ganar y he sido arrastrado a un ruidoso bar para festejar la victoria con Tony y sus compañeros de equipo. Si el resultado hubiera sido el opuesto, también habríamos terminado bebiendo cervezas y chupitos, aunque el ambiente sería distinto.

Tony ya va por su segunda cerveza y parece resplandecer de la felicidad. A pesar de ser el capitán del equipo, mi mejor amigo no podría estar menos interesado en seguir jugando de manera profesional. «El dinero no lo es todo» es lo que siempre dice cuando alguien le pregunta por qué ha rechazado varios contratos millonarios.

Esta noche somos solo él y yo pasando un buen rato; sus compañeros están en sus mesas de siempre y nosotros en la barra. Estamos esperando que nos traigan nuestras hamburguesas porque ambos morimos de hambre, pero el servicio de este lugar no se caracteriza por ser muy rápido cuando el equipo local consigue la victoria.

—Tengo tanto sueño que podría dormirme aquí mismo, Wayne. ¿Me llevarás a mi dormitorio?

—Claro que no, Rossi. Moverás tu culo de noventa kilos e irás tu solo.

—Que amargado eres, hombre. Casi pareciera que no estás teniendo sexo desenfrenado cada día.

—Te habías tardado —suelto con burla.

—Todavía sigo traumado, ¿sí? Hablar de esto me resulta difícil.

—Eres un niño grande, lo superarás.

—¿Sabes lo que es recoger tu tenedor en una cena familia y ver a tu mejor amigo metiéndole el dedo a su esposa?

—Lo haces sonar asqueroso.

—¿Crees que fue lindo de ver? Y no dejaron de tener sexo como conejos durante todas las vacaciones, ¡yo estaba en la habitación de al lado!

—Estoy comenzando a pensar que eres un degenerado —lo molesto—. ¿Por qué escuchabas tras la pared?

—¡No son silenciosos!

Me llevo la botella a los labios para no reírme en su cara. Desde la cena de Año Nuevo no ha dejado de molestar con el tema y sé que pronto se aburrirá de esa broma, o al menos eso espero porque no quiero que siga hablando de mi vida sexual. Corrección: de la vida sexual de Fran.

De una boda y otras mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora