NOAH
Fran no ha salido de su habitación, con suerte ha soltado algunas palabras antes de encerrarse. No sé qué decir o hacer para hacerla sentir que no todo está perdido, comprendo mejor que nadie que esta situación es menos beneficiosa para ella. Incluso cuando no se trata de mí, no puedo evitar culparme. Fui yo el que inició con esta locura de querer pretender; si me hubiese mantenido callado, quizás ella no tendría que estar pasando por esto.
¿Soy egoísta por no querer cambiar nada?
—No sé qué hacer —confieso a mi mejor amigo—. Estoy empezando a pensar que demandar a Carlos es una buena idea, después de todo Milan sabe sobre esas cosas.
—Demandarlo solo traerá más atención no deseada.
—No sé cómo ayudarla.
—Dale su espacio, Noah. Sé que te gusta arreglar las cosas y que todo funcione bien, pero ella necesita procesarlo.
—Tampoco sé qué hacer con mi familia. El teléfono no ha dejado de sonar.
—Ellos lo entenderán.
—Lo sé, pero se sentirán horrible cuando les confirme lo que ya deben estar pensando.
—No puedes proteger el corazón de los demás, Noah. Solo el tuyo. Es importante que lo comprendas ahora o pasarás tu vida con un enorme sentimiento de culpa.
A pesar de que está siendo un gran apoyo y un excelente consejero, no puedo evitar mirarlo con asombro.
—¿Estás leyendo romance de nuevo?
—Seh, me vuelvo cursi.
—Te serviría con las chicas.
—No necesito ponerme sentimental para tener sexo. Eso te lo dejo a ti.
—Me corrijo: te servirá cuando quieras sentar cabeza.
—Falta mucho para eso, las relaciones casuales están bien por ahora. Son vacías, sí, pero los tengo a ustedes para llenar esos vacíos.
YOU ARE READING
De una boda y otras mentiras
Teen FictionNoah y Fran no se conocen. No tienen los mismos pasatiempos ni los mismos amigos y, mucho menos, las mismas aspiraciones. Pero hay algo que sí tienen en común: ambos asisten a la Universidad Phoenix. Y en un viaje no planeado a Las Vegas, tendrán al...