Hivolt, The RaptoGrimm

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El estar en lo que sería una de las bases que el ejército de Atlas tiene en Vale, de las pocas que en verdad aun sirven, solo demostraba que la situación, debía de ser llevada con el mayor de los secretos.

Ahora mismo, eran pocos los soldados que estaban activos. Pero eran los equipos RWBY, JNPR, los dos Megaman y los que eran parte del círculo de Ozpin, que se hallaban dentro de la habitación, que mostraba la seriedad de la situación. Más al ver como James golpeaba una mesa con su mano derecha, destruyéndola.

-¡Ese hijo de puta!

-James...

-¡No Glynda! – la mujer no pudo decir nada ante la expresión de rabia del general. - ¡Nos usó desde el inicio! ¡Si puede dominar el poder de los Grimms con ese metal, entonces estamos en un enorme abismo!

-No solo ello. Es cierto, con lo que tenemos, no podemos ni siquiera poder decir lo que hace. Nos comería vivos en una batalla legal, más si lo hacemos en la situación que estamos.

-Serpent lo planeó bien. – Tai le dio la razón a Qrow, para luego... - Y sin Ozpin, no sabemos que podemos hacer.

Y se notaba que, sin el liderazgo de Ozpin, no sabían que camino seguir. Esta situación era diferente a lo que habían luchado antes. Era un poder del que no saben nada. Y a su vez, miraron a los jóvenes, que estaban atendiendo a los dos Megaman.

Ambos estaban aun con sus armaduras, solo que hicieron desaparecer las zonas que necesitaban atención. Vent el pecho y Pyrrha la pierna derecha. Según ellos, estar transformados hacen que resistan más el dolor y a su vez, curar las heridas que tienen de modo lento, pero seguro.

Esos jóvenes no sabían que estaba pasando tampoco. Pero aquí estaban, porque se habían visto en algo grande. Glynda notaba como Vent se quejaba, cada vez que Blake le limpiaba la herida del pecho y que Weiss la cubría como podía.

-... No puedo pedirles que hagan esto.

-Glynda...

-No Qrow... No puedo. – La mujer se negó con fuerza. – Ellos... ellos son lo último que deseo que tenga que sacrificar. Es más, deberían de estar abandonando Vale, como el resto de estudiantes que están recibiendo el permiso de irse. Si hablo con alguien, quizás...

-No puedes alejarlos de esto.

-¡No es tu decisión James! – el grito de Glynda hizo que los 3 hombres se asusten. - ¡No la es! ¡Ya le hemos pedido algo grande antes! ¡Estábamos por darle una carga horrible a una chica! ¡Le dimos a un chico civil responsabilidades por las que jamás pidió tener! ¿¡Ahora quieres que vayan a pelear con algo que apenas lograron evitar para no morir!? ¡No! ¡No son soldados, son niños!

-Son Cazadores en entrenamiento...

-¡Son mis estudiantes, Qrow! ¡Míos! – Glynda no bajó su tono de voz. - ¡No pondré sus vidas en riesgo! ¡No más! ¿¡Me oyeron!?

Glynda terminó de decir lo que sentía, su respiración daba a entender lo mucho que estaba... de furiosa. Que ella estaba desesperada de que ellos no pasen más momentos difíciles. Que eso es lo que menos se merecen. Menos... pelear con un enemigo que puede ser invencible. Que ellos como adultos, debían de afrontar.

Tai entendía a lo que ella se refiere. Si bien Qrow y James son personas que piensan en lo que es importante, a largo plazo, no ven el dolor que esto le puede dar a las personas que estaban metidas en el embrollo. No sabe que efectos puede tener esto en ellos. Menos... en un chico como Vent, que jamás entrenó para ser Cazador o militar. Su mentalidad era diferente. Oyó de Ruby, que el chico lloro al entender que mató a Adam, aun sabiendo que era necesario. Y que ella quería que hacer para que no esté triste. Y en esos momentos, solo necesitaba de ella y los demás.

RWBY: ZX LegacyWhere stories live. Discover now