Verdadero Megaman Definitivo

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Y ante ellos estaba el que había sido el responsable de esta situación. El de crear a Prometheus y Pandora, de ser el que haga que haya una batalla de Megaman. Todo, era él.

Vieron al hombre que parecía no verde afectado por la presencia de los muchachos, a la vez que el lugar soltaba esos pétalos de rosas que le daban un aire Celestial a la sala.

-El verlos, sólo me hace creer que mi plan es perfecto.

-¿Plan...? – Ilia no entendió a que se refería. - ¿De qué rayos hablas?

-Simple. De que el mundo se rige por la ley de los más fuertes. De los que son capaces de evolucionar y crecer. De los que al final, sólo pueden superar los retos que les aguardan. – Albert se levantó del trono y empezó a descender las escaleras que estaban frente a él. – Así ha sido el mundo desde nuestra creación. ¿Qué diferencia hay ahora?

-¿Ósea que te parece bien que gente inocente muera? ¿Así deben de ser las cosas? – Pyrrha lo miró con rabia, a la vez que Albert miraba el cielo que se reflejaba en este lugar, que era claro y puro.

-Bien, Mal. Esas cosas son perspectivas que los humanos crearon. Decir que los mismos Dioses se regían por lo que les digo, les debe de decir todo.

-¿Y que si lo hace? ¿Crees que lo podemos aceptar sabiendo que muchos morirán? – Vent miró con rabia al hombre.

-Je. Debo de admitir que esperé esa reacción de las dos chicas a tu lado, pero de ti... supongo que esa zorra de Rose debió meterse en mis planes. – No entendieron. – Ya debes de saberlo. Tú nacimiento fue sólo para ser el Megaman Definitivo. Un ser que pudiera usar el poder del Modelo V, pero a la vez, que siga mis órdenes. Ese era tu destino.

-Un esclavo. – Ilia lo miró con odio. – Querías volverlo un ser sin consciencia.

-Je. Es mejor eso que ser alguien que cree tonterías. Porque míralo, sólo veo en él todo lo que está mal en este mundo. Compasión, bondad... ¿A dónde te lleva eso? A ningún lado. Porque son los que hacen lo que tienen que hacer, sin importar las consecuencias, los que triunfan al final.

-¡Eso no es...!

-Lo es. – Interrumpió a Pyrrha, a la vez que miraba como los tres lo miraban. – Vent. Este trono estaba destinado a ser tuyo. Pero tu madre y Summer te sacaron de la cápsula donde estabas. En donde estabas recibiendo la energía del Modelo V, ese que te haría perfecto. Por eso es que tienes la energía de este en tu ser. Y por lo que he visto, está ha crecido gracias a lo que sería tus hazañas al hacerte con el poder de los demás Biometales que estaban bajo la influencia del Modelo V. ¿Por qué crees que pierdes el control cada vez que te enfureces o te haces más fuerte? Es porque estás usando su energía. La energía a la que siempre estabas destinado.

Y con esas palabras, todo pareció encajar. El porque de varias cosas y también el porque Vent tenía tanta energía del Modelo V en él, a pesar de que solo tomó lo que se usó cuando se hizo del poder de los demás Biometales. Albert lo quería volver una simple herramienta para usar el Modelo V.

-Pero no... tu madre olvidó lo que hacemos. Lo que los científicos hacemos. El tener que hacer de todo para el beneficio de la humanidad. Y eso, arruinó todo. Trajo a Summer Rose, quien de alguna una manera esos ojos suyos para sellar el poder del Modelo V en ti. – Los tres se sorprendieron, ¿Ese era uno de los poderes de los ojos de plata? – Summer Rose era una espina que no me ha dejado en todos estos años que vengo haciendo estos planes. Se metió en todo... hasta en la búsqueda del Modelo Z y A, cuando Iris le dio el Modelo X para que huya contigo.

-¿Qué...? ¿Cómo dices...?

-Oh. Parece que eso no lo saben. Interesante. – Albert sonrió al ver la cara de los tres. – La que halló el Modelo X en unas ruinas cercanas, fue Iris hace años. Y ella lo conservó y estudio años. Nunca me enteré de este hasta que ella me lo mostró una vez y ni en ese momento sabía que era... claro, luego todo tuvo sentido. Ella estudiaba el ADN que había en esa roca... que a pesar de lo que era, tenía ADN, como todo ser vivo. Estaba fascinada...

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