-Y lo vamos a aprovechar al máximo, claro que si.-admití.
-Si, eso me hace pensar que, vas a ayudarme en algunos bosquejos que realice. – pronuncio ella.
-¿Bosquejos?.- pregunté otra vez.
Antes de decir algo más, mi mejor amiga se levantó rápidamente de su lugar y como por arte de magia desapareció, para luego traer consigo, hojas y algunos archivadores acerca de ello que había dicho antes, quizás todas esas ideas de recrear vestido eran algo aburridas, pero te ayudaba mucho. Y ella siempre quería "el vestido", algo que llame la atención en la noche y que libere todas mis energías con ella iba a ser agradable.
Asentí a su idea, pues jamás le iba a decir que no, revise uno a uno los detalles, pero entre ellos el rosado que anteriormente había visto me parecía fabuloso. Algo simple a ella le hacía ver genial, creo que como toda una princesa.
Luego vimos hasta algunas joyas que ella tenía, algo para combinar el momento, estuvimos de esa forma por algunos minutos, los cuales pasaron de forma rápida, fue cuando volvió a mencionar lo del celular. La pequeña broma que le gastamos a Bella, bueno ella, aunque no era nuestra culpa, ella tuvo la culpa con contestar y eso fue suficiente para que malogre mi ánimo.
-¿Qué dices si los llamamos otra vez?.- murmuró Adrianne.
-No creo que sea buena idea, ya sabes lo que paso.- admití.
-¿Y?, hasta me pondría feliz de saber que la misma Bella contestó de nuevo, todo para molestarla.- vaciló.
-¿Qué es lo que tienes en mente?.- añadí.
-Bien, déjamelo a mí, voy a tratar de actuar.- dijo con una sonrisa, mientras se atrevió a traer su móvil.
Estaba segura de lo que iba a hacer, es más, ella deseaba que quién contesté sea la misma de la vez pasada, ya que adoraba sacarla de quicio, ese era su tipo, su manera de molestar a los demás. Y no iba a negarme, menos si se trataba de molestar a Bella, suficiente tuve de ella que malogró siempre mi vida, debía devolverle el favor, aunque no era lo correcto. Pero quizás Elena tenía razón, debía hacerme notar y que al menos ella me tema, no estaba lidiando con una simple humana como ella. Adrianne empezó a llamar al mismo teléfono, cuando lo puso en altavoz, dejándolo a un lado entre las dos, acomodó su cabello y esperamos a que contesten.
(Aló, buenas tardes)
Fueron solo 3 palabras que escuche, todas de una suave y melodiosa voz, era ella, sabía que era aquella mujer que siempre me consentía en comida, que siempre estaba para mí, quien realizo un sutil peinado para mi primera fiesta en casa. Vi a Adrianne que levantó la mirada hacía mi y se topo con mis ojos cristalizados, cayendo una ligera gota de lágrimas. Solo pude decir dos palabras sin algún sonido para que la otra persona a través de la llamada no sepa que era mi voz. "Es mamá"
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(Buenas....)
(Oh si, buenas tardes. ¿Es la casa Cullen?)
(Si, claro que sí, ¿con quién desea hablar?)
Adrianne no sabía mucho que decir, pues su mirada estaba más sobre la mía, pues sabía en el fondo que estaba esperando esto, escuchar su voz, hablar con ella, decirle que todo estaba bien. Colocó su mano sobre la mía apretándola suavemente y estaba por levantar mi mano y sostener el móvil, pero ella me lo impidió. Creo que no era lo correcto, pronto iría y no había necesidad de contar mi plan aún.
(Estaba buscando a _________(T/n) Cullen, es que no sabía su número y solo supe este.)
Ante lo mencionado por Adrianne, un gran silencio se hizo presente, Esme no dijo nada, solo se quedo ahí, muda sin decir algo acerca de mi paradero.
(Uhmm, ¿Hola?)
(Lo siento, es que justo estaba pensando en algo. Disculpe, acerca de __________(T/n), ella no se encuentra aquí.)
(No hay problema, ¿sabe de algún número?, ¿lugar donde pueda encontrarla?.)
(No, realmente no lo sabemos y quisiera también saberlo enserio.)
(Oh esta bien, ¿disculpe usted es su pariente?)
(Esme Cullen, esposa de Carlisle, _________(T/n) es como mi hija.)
(Oh, muchas gracias, si, ella la mencionó en algún momento. Soy una amiga, soló que hace mucho no se de ella, por eso llamé, la echo de menos y quería saber cómo estaba.)
El silencio volvió, no se oía alguna palabra a través de móvil, como si Esme otra vez se hubiera quedado sin palabras que decir, Adrianne por su parte me dedicó una sonrisa, todas las cosas lindas que decía y la manera en que trataba de alargar la conversación solo para que yo escuché más tiempo a mamá, era lo mejor. La adoraba por todo ello, por su hermosa cooperación, porque me estaba haciendo feliz con esta llamada.
(Pues aquí en casa también la extrañamos, no es la misma sin ella, sin el aura tan lindo que tiene. Espero que pueda ubicarla y si lo sabe, sería feliz que me llamé y me lo cuente.)
(Esta bien, seguiré en mi búsqueda, muchas gracias y claro que sí. Le haré presente cuando sepa.)
(Gracias....disculpe, ¿su nombre?)
(Wanda, mi nombre es Wanda.)
(Bien Wanda, mucha suerte y gracias.)
(Esta bien, gracias señora Esme, buenas tardes.)
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Adrianne cortó la llamada y se acercó para abrazarme, estaba triste por supuesto, sobre todo por escuchar desde hace mucho la voz de mamá, era algo que me hacía sentir feliz, le dediqué una sonrisa a ella para seguir su abrazo. Sin su idea nada de ello había podido ser verdad, además ella quería que vaya preparada y que en la fiesta no se salgan de control las emociones, ya que todo ello iba a ser confuso.
-Gracias, definitivamente eres la mejor amiga del mundo.- susurré.
-Mejor amiga, confidente, cómplice, como una hermana.- murmuró.- Aunque no llevemos la misma sangre ______(T/n), tú eres mi familia. No elegimos a nuestra familia cuando llegamos a este mundo y la sangre siempre será un lazo fuerte, pero, el lazo fuerte que tengo hacía ti, rebaza cualquier poder que exista en este mundo.
-Tú eres mi familia, eres poder, lealtad y créeme que nadie va a lastimarte, no vivirán si lo hacen.- pronuncié aquellas palabras sonriendo para apretar ligeramente sus manos. – La familia siempre debe permanecer por y para siempre junta Adrianne.
Ante todas esas palabras, nos acercamos para abrazarnos, era un momento que no quería que terminará, ¿Cómo iba a estar sin ella?, era algo que jamás podría suceder, era algo imposible. Siempre nos separábamos por muchas cosas, viajes o diferentes situaciones, pero no podía imaginarme en un mundo donde ella, mi mejor amiga no existiera. Pero al menos tenía de este hermoso día con ella, sin interrupciones, los días iban pasando de forma rápida y me sentía nerviosa, pues el momento de llegar a Forks se acercaba y esperaba por ver a los demás, sobre todo a Carlisle.
