-¿De que hablas?, se exactamente quién eres....-respondí.
-Te equivocas, no sabes nada aún. - continúo diciendo. - Y te dije que no soy quién crees....deberías creerme, por que compararme con alguien es absurdo.
No apartaba la mirada de él, por momentos mi vista iba hacía Bastián, solo para asegurarme que aún respiraba y que seguía vivo. Debo admitir que el veneno en mi sistema también era doloroso, pero sentía que estaba más lúcida que mi propio novio, quizás la fuerza o la magia en mi cuerpo era quién hacía la diferencia. Pude ver a Aiden quién se acercó esta vez más a nosotros, colocando una silla al frente, la distancia era prudente. Se sentó y continuo pensativo, hasta que decidió hablar nuevamente.
-Mi nombre es Theo, un vampiro antiguo, aproximadamente con 700 años de edad, pero debo admitir que no los aparento, es por que fui convertido a los 18. Nací en Italia, en un pueblo pequeño pero acogedor, mi existencia se vio acortada por que mi familia estaba involucrada en lo de ser vampiros, era prácticamente algo de familia ya. Lo interesante es que un antecesor mío fue quién inicio todo esto, él se envolvió en el mundo sobrenatural y no lo vio como una amenaza, sino como una forma de poder. - contestó. -En Italia surgieron muchos grupos de vampiros, unos más antiguos que otros, al menos eso supe toda mi existencia. Todos fuimos convertidos por mi tío, su nombre era Bladimir. En la actualidad solo soy el único de mi familia que ha sobrevivido, él ultimo pariente que murió fue mi hermano gemelo, Aiden, a quién conocías y también la vampira pelinegra amiga tuya.
-¿Qué?.- aclaré.
-Como lo escuchas lobita, no me hagas repetirlo. - sonrió. - Algo que no soporto es contar las mismas cosas una y otra vez.
Si al inicio su charla me pareció totalmente aburrida e insípida, causo total asombro en mi el saber sobre un hermano gemelo, ¿me estaba diciendo que no eran los mismos?, ¿Cómo iba a creerle a alguien que me tenía prisionera?
Aunque por cierta parte, la idea de que Aiden estaba muerto tenía más peso que otra cosa, ya que Adrianne y Ethan fueron los que vieron su cadáver, por lo que si sería verdad lo de un hermano gemelo. Pero es aquí donde las dudas surgían más, ¿Por qué Aiden estuvo con Adrianne?, ¿era todo parte de un plan?, pero de ser así, Aiden no debería estar muerto. Era un total mar de dudas en esos segundos.
-Pobre Aiden, aquel joven pacifico, noble, el que siempre estuvo alejado de las costumbres de la familia, quizás en realidad si sacó aquella compasión maternal de la que tanto solía decirme mi padre. - me informó. - A veces no lograba entender su fascinación por los humanos, que hasta llegaba a convivir con ellos, quizás si se merecía la muerte, lastima por él.
-¡Fuiste tú!, tú mataste a tu propio hermano...- dije.
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-Directamente no lo hice ________(T/n), él estaba en el camino, su error fue enamorarse, nada más. - admitió. - Aunque, eso es un tema que ya paso, está en el olvido, mi plan consistía en alejar a Aiden de aquella chica, lograr matarla, así él volvería al destino de la familia. Matar a los licántropos, el viejo oficio de mi familia, pertenecimos a una familia cazadora, durante años nos encargamos de que el vampirismo sea la especie dominante.
