Giré a ver a Bastián una vez más, el lucía tranquilo, pero la situación no me gustaba para nada, empezaba a sentirse un ambiente totalmente tenso, algo de lo cual yo no podía escapar.
-Siempre supe que la mejor forma de herirte es herir a las personas que amas.... a quienes te rodean. - contestó. - Y pues, que mejor persona que el lobo que te acompaña.
-No te atrevas... - gruñí mientras tiré de las cadenas.
No había cambios, ni siquiera podía moverme con normalidad, nada ayudaba, por más que intentaba jalar de las cadenas, estas no se movían en nada, Theo se acercó un paso hacia Bastián y temía por él. Una lágrima empezó a descender de mis ojos, estaba nerviosa, llena de ira y tenía miedo, el mismo miedo al cual enfrente cuando mis padres me dejaron en aquel túnel. Cuando me despedí de ellos.
Sabía que esto no podía pasar, no podía repetirse otra vez, no iba a dejar que lo hiciera, no podían arrebatarme a la persona que amaba, no era nada justo.
-¡Basta!, déjalo, a quién quieres es a mi..... - supliqué. - No lo lastimes
Theo levantó la mirada y le cedió el pase a Bella, quien se acercó a donde estaba Bastián, se inclinó un poco hacía él, sin dejar de observarme, toda la postura que adoptó, me recordó a Victoria, aquella vampira pareja de un rastreador, el mismo que casi acaba con mi familia.
-He esperado este momento por mucho tiempo.. – susurró. – El de verte sufrir, quería cuñada
-No, Bella..... - volví a decir.
Mi mirada iba de Theo, volvía a Bella y regresaba a Bastián, quien comprendía la situación pero aun así nada de ello le importaba, él sólo estaba ahí, aceptando todo, aceptando el destino que estaba por pasar.
Tratando de extender su mano como para que pudiera tomarla, pero estaba algo lejos de ello, creo que trataba de decirme que todo estaba bien, pero, nada de eso era cierto, no iba bien, todo estaba fatal. Mi corazón empezaba a acelerarse de la angustia, la hiperventilación también estaba apoderándose de mí.
-Esto no es contra ti lobito, pero nada me haría más feliz que ver a __________(T/n) infeliz, claro por lo que le queda de vida. - aclaró.
Volví a mirar a Bastián, sus ojos se cerraron, cuando los volvió a abrir me dedicó una sonrisa y una lágrima descendió de sus ojos, además que pude ver un perfecto "te amo" en sus labios... seguido de ello el sonido tan espantoso que escuché fue lo que detonó todo.
Era tal cual lo había escuchado, el sonido de un corazón siendo arrancado de un cuerpo, el cuerpo de Bastián, mi novio, el del amor de mi vida.
-¡NOOOOO......! - grité.
La desesperación me embargó, sentía que nadie escuchaba mis gritos, el estado de desesperación en el que estaba no se comparaba con nada. Mi mente rebobinaba una y otra vez la escena, viendo finalmente recorrer la sangre del cuerpo de Bastián y como su corazón fue a caer a un lado de él.
-Noo, nooo..... - volví a gritar desesperada.
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