Había pasado ya dos días desde que Bastián regresó, aún nos quedábamos en casa de mi padre, ellos no quisieron que nos fuéramos del todo, aunque en este tiempo tuvimos momentos para estar juntos, como entrenar y cosas así. Bastián tenía el mismo entusiasmo que tenía cuando fuimos a conocer a Elena, deseaba volverse fuerte y más aún con su nueva voluntad de transformarse en cada momento que el lo deseaba. A veces Emmett o Jasper intervenían, querían ser parte del entrenamiento y era algo que no iba a negarles. Aunque Rosalie si trataba de quitar a Emmett, decía que la abandonaba un poco, que ya no salía de compras con ella, claro que mi hermano tenía todo el tiempo del mundo, pero como decía Rosalie "Las tiendas a mitad de la noche no están abiertas".
-Rosalie ya está regañando a Emmett, por que está muy pegado a nosotros.- admití.
-Emmett es quién solo se acerca o bueno, prácticamente nos busca. -contestó Bastián.
-Lose, creo que empezaré a ponerles limite a todos. - sostuve.
-Tener a tu familia cerca es divertido. - comentó Bastián.
-¿Por qué?.- pregunté.
-Bueno, hacen del entrenamiento algo más riguroso, no siempre te enfrentas a personas de tu misma especie, además que Jasper es muy hábil. - informó.
-Creo que lo dices más por lo que mi madre cocina. - respondí.
-Bueno, ese es otro muy buen punto, tu madre suele tener variedad de platillos, me recuerda a Adrianne.- sostuvo Bastián.
-Ella aprendió muchas cosas por mí, recuerdo que solían ver un canal de cocina y al mismo tiempo seguir la receta, una vez intentó hacer lo mismo Jasper y Emmett.- informé.- Eso terminó en un auténtico desastre.
El contrario simplemente me dedicó una leve sonrisa, para esta vez sonreír y tumbarnos en todo ese lugar, riéndonos un poco del entrenamiento que ya estaba por acabar para nosotros, creo que debíamos volver con los demás al menos.
- ¿Cuándo volverá Adrianne? - me preguntó.
-En un día volverá, dijo que haría una parada, creo que pretende visitar a Jane y Alexander.- afirmé.
-¿Ella te lo dijo?.- preguntó.
-No, Alice lo vio venir y me aviso, creo que ya esta al tanto de lo que le paso a mi rubia.- admití.-Bueno, tarde o temprano iban a saberlo también.
-¿Crees que pueda tener visiones sobre mi si le pido eso?.- añadió
-¿Cómo cuales?.-pregunté.-¿Qué es lo que deseas saber sobre tu futuro?
-Si seré en algún momento rico.- contestó.
-¿Bromeas?.- reí.
-Era algo tipo, ¿Qué pasará con nosotros en algunos años?.- contó.
-Simple y fácil, estaremos juntos.-contesté.- Viviendo en una casa frente a un gran lago.
-¿Un lago?.- sonrió.- ¿Un perro?
-Claro, los niños deben entretenerse con algo.- respondí.
Bastián me dedicó una sonrisa enorme para luego dejar un leve beso sobre mis labios, pero con ello volvimos a la posición de batalla que antes habíamos tenido. Aunque ya era una victoria cantada para mí, trato de zafarse de aquel brazo que había puesto alrededor de su cuello, le era imposible, pero lo hizo. Pero tampoco contaba que iba a retenerlo con un pequeño hechizo, no era trampa del todo, pues estaba haciendo lo mismo que él, utilizando todos mis poderes al máximo y ser bruja era parte de unos.
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