Cuando salí de casa, un gran aroma azotó mis fosas nasales, algo en el ambiente había cambiado un aroma familiar, pero al mismo tiempo no era algo desconocido, no era algo que reconocía. Lo sentía tan natural que fue inevitable no tranquilizarme con solo pensar en ello, mientras empecé a correr algo ocurrió. Mi cuerpo respondió automáticamente transformándome en lobo, podía sentirlo, ya que mis piernas fueron reemplazadas por grandes patas que podía notar. Recorrí el camino con gran rapidez, sintiendo la brisa del viento sobre mi pelaje, cuando pude divisar que a lado de aquella línea que dividía con los Quileute se encontraban algunos de ellos. No estaban en su forma de lobo, pero me reconocieron totalmente, diría que hasta vi a Jared a lo lejos. Continúe mi travesía hasta llegar a casa, donde Ethan y Bastián se encontraban a mitad de camino y atrás de ellos un gran grupo de personas estaban a su alrededor. Los rostros no eran conocidos, pero distinguí que no todos eran tan jóvenes como pensé, algunos eran distintos y no todos eran hombres también habían mujeres ahí. Eso fue más que una sorpresa sentí cierto entusiasmo de saber que no era la única mujer lobo en mi especie, que habían más, podrían tener mi edad, la que aparentaba, pues eran jóvenes.
Todos giraron cuando llegué, algunos de ellos murmuraron en mi dirección y otros quedaron sorprendidos por el color y el tamaño que tenía, diría que sus murmullos eran muy fuertes.
Ethan y Bastián se acercaron más a mí, sin contar que Bastián tenía una sonrisa sobre sus labios.
-Un gran espectáculo. - murmuró Bastián.
-Llegaste.... - sostuvo Ethan. - Bien _________(T/n), aquí hay algunos amigos que quieren conocerte.
Bastián se acercó más, pasando su mano por encima de mis orejas y acariciando esta, cuando terminó de hacerla fue cuando me transformé otra vez.
Ya no necesitaba los cambios con ropa, había creado un hechizo capaz de sustituir eso y claro, solo era posible en mí. Con ello fue más su sorpresa, pues estaba totalmente como antes, sin alguna vestidura rasgada o algo. Eso fue un detonante más para todos, ya que empezaban a verme más sorprendidos que antes.
-Siempre digo que eres asombrosa. - dijo Bastián en un susurró sobre mi oído.
-Shhhh, cariño. - susurré.
Una sonrisa curvó mis labios, para simplemente girar a verlo, no iba a besarlo, no delante de personas que no conocía aún y menos ellos a mí. No creía que era algo correcto, eran cosas que podían avergonzarme, peor si me veían de frente y no quitaban su mirada de mí. Por lo que Bastián solo sonrió y dejo un beso sobre mi mejilla.
-________(T/n), quiero presentarte a mi manada. - informó Ethan. - Estos son los últimos lobos del clan Luna, claro el linaje no es tanto el original, pero tenemos pequeñas conexiones al principal.
-El clan es el de............- admití.
-....De tu padre, si, exactamente.- respondió.
Ante esas palabras giré a ver a los demás, de cierta forma estaban sorprendidos de verme, también sentí cierta incomodidad, pues no era como ellos. Aun así, traté de verme amigable, para ello, uno de los que estaba ahí dio unos pasos hacia adelante. Tenía entendido por Ethan que la manada la mayoría eran jóvenes, pero aquel chico parecía algo mayor, creo que su rostro era así y el semblante de barba se notaba.
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