Capítulo 34

2.3K 307 123
                                    

Poco a poco el omega percibía como las feromonas del alfa, parecían de alguna manera colarse dentro de su ser.

—Una disculpa, debo llevar esto —necesitaba irse de ahí, sintió como estas se aferraban a su garganta.

—Woo, espera lindura —declaraba, al tiempo que sujetaba la delgada muñeca de Maika, la piel parecía arder al roce de esta.

—¡Sr. Knight! ¡Sr. Knight! —la voz de Darna era como una bocanada de aire para el omega, quien trataba de enfocarse en otra cosa que no fuera en el olor intoxicante de esas feromonas —Sr. Knight, le agradecería que suprimiera sus feromonas y dejara de incomodar a nuestros invitados.

—Mil disculpas Srita. Yang —decía sin apartar sus ojos de los de Maika al mismo tiempo que sonreía —No era mi intención hacer un alboroto.

El omega sintió como su palma era liberada lentamente de aquel calor abrasador. Aunque el alfa ya no lo sostenía físicamente, de alguna manera seguía aprisionándolo.

—Maika, la Srita. Mora estaba esperando ese archivo, será mejor que te adelantes.

—Si, con permiso —conforme avanzaba, la imagen de un documental vino a su mente. Había visto como los depredadores acechaban a su presa desde lejos con el fin de atacarlo en el momento perfecto. Justo en ese momento, no podía evitar sentirse como todas aquellas presas, aunque la Srita. Yang le hubiese liberado de aquel escenario, al final era como si le hubiera mandado a una carrera contra reloj.

El estar en un ambiente laboral, dificultaba la manera en cómo pudiese responder. No quería demostrar que necesitaba trato especial por ser un omega recesivo. Deseaba probar que era capaz de interactuar de forma eficiente y educada en un ambiente de trabajo. No estaría dispuesto a tolerar alguna actitud inadecuada de parte de ningún alfa, pero aquel alfa no había hecho nada inmoral, así que no podía reportarlo.

Entendía que este tipo de encuentros entre alfas y omegas, era algo del día a día en la rama de negocios. La cara de la Srita. Mora se mostró aliviada al verlo regresar con el archivo, como si un peso grande fuese levantado de sus hombros.

—Disculpe la tardanza, aquí está el archivo que pidió.

—Gracias... —hizo una pequeña pausa al tiempo que tomaba el folder —acaso ¿sucedió algo?

—No, choqué por accidente con uno de sus clientes y por ello me demoré, pero todo está bien.

—Rayos.

—¿Disculpe?

—Nada, nada... será mejor que vayamos a comer ahora mismo.

—Podría jurar que me está evitando Srita. Mora —decía la voz grave abriendo la puerta de aquella oficina de golpe.

—Perdón Srita. Mora, aun cuando le explique de nuevo detenidamente al Sr. Knight que su cita se había movido para la siguiente semana. Insistió en venir a saludarla.

—No te preocupes Darna, puedes retirarte.

—Vaya, por tu cara me queda claro que no querías que viniera —el tono del alfa demostraba que sabía cuál era la reacción que generaría con su presencia.

—Knight, pudiste llamar para confirmar la información que Darna te dio, aun así, preferiste venir.

—Vamos Mildreth, era algo inevitable. Sabes bien que cuando alguien me niega algo, no puedo evitar sentir la necesidad de desearlo más. Así que cuando tu querida alfa recesiva canceló nuestra cita de negocios, no logré calmar el impulso de venir. Y llegando aquí, entendí que era lo que estabas tratando de ocultar —declaraba mirando de reojo a Maika.

—Knight no me interesa que creas que esto es una conspiración, pero si me disculpas iré a comer.

—Auch jajaja siempre tan cruel. Solo digo que es demasiado raro. ¿Sera que estos invitados están recibiendo de alguna manera, algún trato especial? —cierta duda e incertidumbre invadía la cara de Maika, dirigió su vista hacia la omega esperando una respuesta.

Fragancias.Where stories live. Discover now