Fragancias.

Capítulo 65

✨✨Terrícolas buen fin de semana, no olviden qué hay otro capítulo después de este. Por favor no olviden leerlo✨✨

Atte: M.R. 👽

—Luka llamó —el alfa seguía en silencio tras oír eso —Vladimir en verdad no creo que esta vez sea posible alejar a nuestro hijo de

—¡Es un beta! —exclamó dando un puñetazo a la mesa —No me importa que tan "enamorado" este Luka, nuestro legado debe de seguir y tener un insignificante beta a su lado —bufó —es simplemente inaceptable.

—Lo sé, pero él, al igual que tú, es demasiado terco y no creo que vaya a ser tan fácil como la vez anterior, debemos ser más cuidadosos al sacarlo de nuestra vida —declaraba acariciando la mano del alfa al tiempo que tomó asiento a su lado.

—Encontraré la forma, estoy seguro de que este beta no tendrá otra opción más que desaparecer de la vida de Luka, al saber que de no hacerlo sus familiares perderán todo lo que tienen.

—Parece que no vive con su familia desde hace tiempo.

—Apuesto a que sus padres no querían tener nada que ver con un beta, es raro que presumen a su hijo alfa de todas las maneras que pueden —decía tras haber visto las fotos familiares, y artículos que les brindó el investigador, en estas salía la familia de Ezra. —Posan sus esperanzas de escalar socialmente al tener un hijo alfa... 

—¿Piensas que está utilizando a Luka?

—No lo dudaría, nuestro linaje es conocido en todas partes. Y aunque no fuera de esa manera, un simple beta no es alguien digno.

—Nos tocará conocerlo... Tal vez, una plática a solas con él le hará entender que Luka merece algo mejor. Y si la súplica de una madre no llega a ser suficiente, entonces podemos hacerle saber que el futuro de su familia está en sus manos. ¿Te parece bien si programamos la comida para la siguiente semana? —preguntaba esbozando una sonrisa.

—El día que consideres conveniente Milha es perfecto para mí —declaraba depositando un beso en el cuello blanco de la omega.

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El beta sentía su estómago hecho nudo, miraba a través de la ventana a Luka. Sabía que este regresaría para decirle la fecha en la que conocería a sus padres.

—Diablos, no recuerdo cuando había estado así de nervioso —se decía a sí mismo.

—No creí que devolverían mi llamada tan rápido, ¿Qué sucede? —preguntaba al ver la sonrisa ansiosa del beta inundar su rostro.

—Nada, estoy bien.

—¿No me digas que estás nervioso de conocer a tus suegros? ¿Temes que no te den su aprobación? —cuestionaba en forma de broma —tienes hasta el próximo viernes para prepararte, debo decir que será difícil, debo advertirte, soy su primogénito y el único varón.

—¡Luka!... Basta —declaraba con voz baja, mientras aquella sonrisa desaparecía.

—Perdón, no pensé que te haría sentir así. Discúlpame, no tienes que preocuparte en lo absoluto, ya te lo he dicho. Cualquier persona que tenga el honor de conocerte, no podrá evitar enamorarse de ti —declaraba halando ambas mejillas del beta —Además, no busco la aprobación de mis padres, tan solo les permitiré conocer a la maravillosa persona con la que compartiré el resto de mi vida. Así que ellos son los que deben de estar nerviosos, pues tendrán la dicha de poder cruzar caminos contigo.

—Siempre sabes que decir para hacerme sentir bien, te lo agradezco —proclamaba sonriendo.

—Solo digo la verdad.

—... Sé que tal vez no lo expreso con la misma frecuencia que tú, pero me siento muy afortunado de estar a tu lado. Todo lo que pasé valió la pena, pues me llevó, hacía a ti —la manera en que los luceros azules le veían mientras sonreía, le llenaba —¿a tus padres le gustan los postres?

—Umm si, mi madre ama el cheesecake.

—Genial, o ¿crees que sería demasiado si preparo uno para ese día?

—Pienso que amará ese detalle.

Aquel nerviosismo que tenía Ezra momentos atrás fue sustituido por la emoción de poder conocer a los padres de Luka. Agradecerles por la crianza del alfa, y dejarles claro de lo feliz y afortunado que se sentía al poder estar a su lado, le causaba alegría.

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—Esperamos verte el viernes de la siguiente semana.

—Debes de estar bromeando, Luka —decía al leer el mensaje de su madre. —Maldición —espetaba dando un golpe fuerte con su raqueta.

—Wow tranquila —exclamaba la alfa al otro lado de la red —Zharia, se supone que es un encuentro amigable.

—Aff perdón, ¿te lastimé?

—No te preocupes, estoy bien —declaraba sobando su muñeca.

—¿En verdad te lastimé? —cuestionaba mirándole a los ojos mientras depositaba un beso en el área afectada. Los luceros de la alfa se fijaron en aquellos labios rozados. Al tiempo que sus mejillas comenzaban a ruborizarse.

—N..no, estoy bien —decía tartamudeando.

—¿Estás segura? —asentía embelesada la alfa de cabello chocolate —porque sabes que puedo hacerte sentir mejor —agregaba a la par que su mano subía por el muslo de Delhia.

—Zhaa...ria —aquellos carnosos labios temblorosos pronunciaban entre jadeos el nombre de la omega.

La omega tomó de la mano a Delhia con el fin de dirigirse a las duchas. El club Artemisa, tenía habitaciones exclusivas, separadas para sus miembros más importantes. Comenzó a besar los labios carnosos en cuanto se cerró la puerta, removió los anteojos y las vestimentas de ambas empezaron a adornar el piso. El agua fría recorría aquellos cuerpos que parecían hervir.

—Tu piel es tan hermosa —declaraba la omega al ver el rubor aparecer en aquella piel canela —tan tersa —añadía al comenzar a besar los pechos de Delhia —delicioso —decía para después devorar los pezones erectos de esta.

—Ahhhgggg Zharia ummm.

—Será mejor que —proclamaba dejando un camino de besos por el vientre —nos apuremos, tengo demasiada hambre.

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—Esperemos y las instalaciones de Artemisa, hayan sido de su agrado joven De'ath.

—Totalmente, sin duda hice una buena decisión al elegir este club. Estoy seguro de que aquí seré capaz de encontrar lo que necesito —proclamaba con una sonrisa.

Sebastián era consciente que, si quería tener a Ezra de nuevo a su lado, la confrontación directa no era lo ideal. Al igual que la familia Pávlov este había hecho sus investigaciones necesarias y sabía el poder que estos tenían.

Aparecerse en la puerta del apartamento de Luka y sacar al beta a la fuerza no era una opción. Tras haber recibido la información, le resultaba raro saber que la anterior pareja del alfa fuera un beta, el cual había desaparecido de un día para otro, pero lo buscaba cada vez que viajaba de vuelta.

Estaba seguro de que sus sospechas eran ciertas, así que solo era cuestión de encontrar el eslabón débil de aquella relación, con el fin de poder quebrarla.

Tratar de ponerse en contacto con los padres de Luka sería difícil, así que su objetivo cambió. Confiaba en que este nuevo objetivo creyera la historia editada que le contaría, y de esta manera, jugara el papel que necesitaba con el fin de tener en sus manos de nuevo al ser pelirrojo.

Pum

—Disculpa, no me fijé.

—Está bien, no te preocupes. Creo que estos son tuyos —decía entregando los anteojos a la alfa de cabello chocolate.

—Si gracias.

—¡Delhia!, ¿te encuentras bien? —cuestionaba preocupada Zharia tras haber visto el choque.

—Estoy bien, fue mi culpa. Me distraje —proclamaba al ver como la omega dirigía una mirada de pocos amigos al alfa.

—...De acuerdo.

Sebastián se encontraba conteniendo su risa, le parecía increíble que su objetivo hubiera aparecido frente a él.

—Muchas gracias en verdad —añadía la alfa, tomando de la mano a la omega con la finalidad de retirarse de ahí.

—Parece que aun los dioses están de acuerdo en que recibas tu castigo, Ezra —murmuraba, fijando sus ojos en la silueta de cabello blanco que desaparecía en la distancia.