Capítulo 80

546 78 24
                                    

—En vedad no quiero causarte problemas pero

—Has lo que tengas que hacer para proteger tu relación, compartí mi historia contigo no solo con el fin de que supieras que es lo que sucedería, sino para que si de alguna manera, esa amarga época podía ayudarte, la usaras.

Las palabras del mensaje que le envió Ian aún resonaban en su cabeza, era consciente de lo duro que había sido para el beta, hablar sobre lo sucedido, pero agradecía profundamente que lo hubiera hecho, y más sabiendo que este aún tenía sentimientos por Luka.

—Necesito que me prometas que escucharas tranquilo y que no actuaras impulsivamente. —estaba desconcertado, ver a Ezra tan nervioso y que le estuviera pidiendo que se mantuviera calmado, no eran una buena combinación.

—De acuerdo.

—¿Recuerdas cuando fui al club? Me preguntaste que había sucedido, te dije acerca de los comentarios que hicieron, pero mentí en parte. Cuando tú me cuestionaste si tu madre había hecho algún tipo de comentario similar te dije que no, que, por el contrario, me había defendido... pero no fue así. Ella seguía diciendo como era una pena que yo fuera un beta, que era un desperdicio el que no pudiera darte un hijo.

—¡Qué diablos, ¿Cómo se atreve a decir eso?! —notó que Ezra se había sobresaltado al escucharlo —perdón.

—... No solo es eso. Hay algo aún más importante que debes saber, y eso involucra a alguien más. Una persona que fue muy valioso en tu pasado. —la mandíbula del alfa se hallaba tensa, algo dentro de él, le decía que sabía de quién estaba hablando el beta. —Es necesario, en verdad no quería hacerlo, pero es indispensable que sepas lo que ocurrió con Ian.

Sintió una sensación de vacío al oír ese nombre.

Las palabras que salían de la boca rosada, hacían que el enojo en el interior del alfa comenzara a transformarse en ira. Sentía asco al escuchar todo lo que sus padres le habían dicho al beta, enterarse de la manera frívola, y de las ideas supremacistas, le hacía sentir náuseas.

No pudo evitar recordar la cara sonriente de Ian, el tono que su voz tenía cuando le decía te amo, imaginar lo duro que había sido para aquel ser delicado, toda esa situación le dolía, le dolía mucho. No haber podido proteger aquella sonrisa, impregnaba una profunda aflicción en su pecho.

—Sé que lo ideal hubiera sido que Ian te contara personalmente esto, pero le fue imposible quedarse más tiempo aquí. Además, estoy seguro de que no es fácil estar cerca de ambos, cuando estamos juntos. —Ezra estaba al tanto, de que el beta aún seguía teniendo sentimientos por Luka. Aunque trataba de ocultarlos, incluso si este no preguntaba por él cuándo hablaban, podía notarlo. —Ian me advirtió que sucedería lo mismo... Prometimos estar juntos el resto de nuestras vidas... Luka no quiero perderte. Deseo continuar despertando a tu lado, sentirte, tenerte conmigo... así que perdóname, por favor —los ojos esmeralda se hallaban derramando lágrimas, el miedo se hacía presente en la cara del beta.

Sin pensarlo, el alfa se encontraba rodeando con sus brazos a Ezra, oía como este seguía disculpándose entre los sollozos.

—No tienes por qué disculparte, no hay nada absolutamente nada malo en ti. Mis padres son los únicos culpables, esas ideas estúpidas que tienen. Sabía que muchas familias de alfas y omegas aristócratas aún tienen arraigadas la discriminación jerárquica, pero nunca imaginé que mi familia sería parte de ese círculo de idiotas... ¿lo prometimos cierto, estar juntos sin importar nada?

—... —sin decir una palabra, el beta asintió justo para después romper nuevamente en llanto, hundiendo su cara en el pecho del alfa.

—No voy a permitir que nada se interponga entre nosotros, haré todo lo que esté en mi mano para protegerte. Si mis padres se empeñan en continuar, con esa ideología, entonces no son bienvenidos en mi vida. Me dolerá alejarme de ellos, sí, pero no podría compararse con la agonía que hay en mi pecho con la sola idea de no poder tenerte a mi lado. El amor que siento por ti, no se compara con nada que haya sentido antes.

Fragancias.Where stories live. Discover now