Fragancias.

Capítulo 35

—No era necesario que lo compraras —exclamaba Maika terminando de ponerse el saco, del traje gris oscuro que el alfa le había regalado.

—Yo creo que si —proclamaba colocándose detrás del omega, al tiempo que acomodaba la corbata de este —definitivamente si —murmuró en el oído de Maika, para después morder el lóbulo izquierdo.

—Umm —gimió suavemente, el reflejo del espejo le mostraba aquellos ojos grises viéndole fijamente, volteo su rostro mientras ponía su mano en la mejilla de Damián con el fin de que sus labios se encontraran. Estaba consciente de que aún no podría ser uno con él, pero el deseo de saborear la boca del alfa era inmenso.

Damián giró al omega con la finalidad de quedar frente a frente, puso una sonrisa coqueta en sus labios para después empezar a devorar la boca cereza. Noto como a la par que Maika colocaba sus brazos alrededor de su cuello, comenzaba a acercar más su cuerpo contra el suyo.

Podía sentir como la lengua del omega empezaba a subir de temperatura y la respiración de ambos se aceleraba, el deseo de tomar a Maika crecía rápidamente. Apartó al omega, pues sabía que de no hacerlo no podría detenerse.

—Tus ojos —uno de los ojos de Damián mostraba el tono violeta, Maika veía como el alfa respiraba muy agitado.

—Solo dame un minuto —decía respirando hondo con el fin de tranquilizarse. Estuvieron en silencio unos momentos, el alfa logró calmarse y sus ojos habían regresado a su tono habitual —Eres muy cruel al seguir seduciéndome, sabiendo que no puedo tomarte... ten por seguro que voy a tomar venganza.

—Estaré esperando —declaró esbozando una sonrisa, jaló al alfa de la corbata y depositó un tierno beso en sus labios.

—Será mejor que no olvides esas palabras.

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—Buenos días, joven Bennet, la Srita. Mora está en su oficina.

—Buenos días, muchas gracias —de alguna manera Maika pudo notar como Darna parecía estar más alegre que el día anterior.

—Adelante Maika, acércate estoy a punto de entrar a una junta.

Mildreth portaba un vestido negro de cuello pegado al cuerpo, aunque su cabello estuviera agarrado en una cola de caballo, era la actitud y belleza de la omega, que hacía que algo simple luciera elegante.

Maika logró notar una ligera esencia impregnada en la omega, una mezcla entre limón y tierra mojada destilaba de su cuerpo... había olido este específico aroma antes...

—Srita. Mora aquí tiene su café de avellana —pronunciaba Darna colocando la taza de Mildreth, en ese momento el omega reafirmo que sí, ese aroma le era familiar pues pertenecía a la Srita. Yang.

—Muchas gracias —respondía la omega, sin perder la oportunidad de intercambiar miradas con Darna. El omega al ser testigo de esto, no pudo evitar sonreír por lo bajo —Bien, espero y estés preparado, el día de hoy tenemos que revisar algunos acuerdos... Y estoy segura que Cyrus "nos honrará "con su presencia —proclamaba volteando los ojos al pronunciar aquella última frase.

—Haré mi mejor esfuerzo para estar al nivel de la situación.

—Perfecto.

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—¿Me llamaste?

—Si, hijo necesitaré que me acompañes a una junta el día de hoy. Es en otra ciudad, tomaremos un vuelo privado, si todo sale bien, estaremos de vuelta a más tardar a las 8 de la noche. Quizás esto interfiera con los planes que tú y el joven Bennet tenían, pero es necesaria tu presencia.

—No voy a negar el hecho de que esto definitivamente interfiere con mis planes, pero... entiendo y estoy seguro de que Maika también entenderá.