Fragancias.

Capítulo 81

El silencio reinó en aquella habitación, parecía que lentamente el calor que alguna vez había habitado en aquella casa comenzaba a desvanecerse. Había imaginado, pasar las fiestas decembrinas en esa mansión con Ezra y su familia, el escenario en su cabeza había sido tan hermoso y cálido. Caer a la realidad y saber que esto no pasaría le dolía demasiado.

La omega se tomó un par de segundos para analizar la situación que se hallaba frente a ella antes de pronunciar palabra.

—Estoy segura de que lo que pasó con Ezra ha sido un gran malentendido.

—Basta madre.

—Hablemos todos juntos, así podremos arreglar esto.

—Por favor no te atrevas a seguir mintiendo.

—¿Mintiendo? Tsss —chistó por debajo.

—Decirle que es una pena que sea un beta, como es un gran desperdicio el hecho de que no pueda darme un hijo, no hay manera en la que esas palabras se malinterpreten. Nunca imaginé que mi propia familia llegaría a tener ese tipo de pensamientos y segregaciones jerárquicas.

—¿Me culpas por decir que me hubiera gustado conocer a un nieto de parte tuya? Discúlpame, pero es más que lógico que para mí eso sería algo que me haría inmensamente feliz.

—No trates de arreglarlo —Milha se paralizó por un segundo, podía jurar haber oído como Luka crujía sus dientes.

—Querer aclarar algo que tu pareja entendió mal, creo es lo más sensato de hacer.

—¿También fue lo más correcto humillar y amenazar a Ian?

—Luka, esa persona solo buscaba nuestro dinero. ¿Por qué piensas que huyó cuando le dejamos claro que no lograría arrancarnos ni un centavo?

—Querrás decir cuando entre mi padre y tú le forzaron a huir, y le dijeron que de no hacerlo lastimarían a su familia.

—Hicimos lo que fue necesario para asegurar tu bienestar, ¿Por qué no lo entiendes? Nosotros solo queríamos

—¡Yo lo amaba! —interrumpió alzando la voz sin retroceder su mirada. —¡!Le amaba tanto, él era mi vida! Fui un estúpido al no darme cuenta de lo que pasaba. No pude proteger a la persona que más apreciaba en aquel entonces, permití que su sonrisa fuera cambiada por lágrimas, pero ya no será así, de hoy en adelante nuestra relación será totalmente laboral. No necesito en mi vida a personas que no aceptan a la que es mi razón de vivir. Amo a Ezra como nunca he amado a nadie, y si para seguir teniéndolo a mi lado y protegerlo, es necesario alejarme de aquellas personas que tienen una manera estúpidamente jerárquica de pensar, lo haré, sin importar que sea mi propia familia.

—No estarás hablando en serio, somos tu familia Luka —las venas en la frente de la omega se hacían presentes, el enojo que sentía escalaba rápidamente —кровь связала нас (la sangre nos une)—replicaba entrelazando su mirada con aquellos ojos claros.

—Любовь связывает меня с Эзра (el amor me une a Ezra). Ni siquiera piensen en buscarme, no son bienvenidos en nuestra casa.

—¡Luka! ¡Vuelve aquí! ¡Luka!

Los gritos de su madre se volvían cada vez más desesperados, nunca había imaginado tener que llegar a cortar los lazos familiares. Su pecho se sentía abrumado, pero ni siquiera esa pesadez hizo que disminuyera o cediera su paso.

—¡Hermano! —la voz de Zharia logró que este frenara antes de entrar en su vehículo. El alfa le vio de una forma fría, que le tomó por sorpresa, no importaba cuan enojado había estado en el pasado, nunca antes este le había visto de esa manera.

—Será mejor que guardes silencio —le dijo casi en forma de gruñido. Sentía como sus piernas temblaban, pero no podía dejarlo ir sin tratar de hacerlo entender por qué lo hacían.