Capítulo 46

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Bzzz bzzz

Podía oír la voz del alfa atendiendo el teléfono, aunque no lograba entender lo que se hablaba debido al sueño.

—¿Te desperté? —preguntaba acariciando la melena naranja, al sentir como el beta comenzaba a moverse.

—No —respondía soñoliento, frotándose los ojos.

—Perdón —añadía depositando un beso en las hebras onduladas.

—Está bien —declaraba esbozando una sonrisa.

—Diablos ¿Cómo es posible que seas tan lindo? —espetó pellizcando las mejillas. Eso hizo que Ezra soltara una tenue risa. Aun en ese ambiente lograba notar como Luka parecía estar guardándose algo.

—¿Qué sucede?

—Uff —suspiró —no quiero que te alteres, de acuerdo —al igual que cualquier persona que oye esas palabras, el corazón del beta parecía hacer lo contrario a lo que se pedía —Era Damián quien llamó, quería avisarnos que Lilian está en el hospital.

—¡Tengo que ir! —al tratar de levantarse de la cama, sintió como algo lo frenaba y de alguna manera lo sacaba de su alteración. Notó la mano del alfa sujetando su muñeca —Maika y Lilian siempre han estado para mí. Me han brindado la mano cuando no tenía nada, y han llorado a mi lado las veces que me encontraba quebrado. Son mi familia... ellos dos son mi familia.

—Iremos de acuerdo —esa sonrisa cálida, le confortaba.

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—¿Cómo te sientes?

—Maika, discúlpame, estoy segura de que debiste asustarte —la voz de Lilian aún denotaba cansancio.

—Lo importante es que estás bien —declaraba tomándola de las manos.

—Damián es un gusto verte de nuevo.

—Lilian me alegra ver que se encuentra mejor —decía colocando en un jarrón un ramo de flores.

—Son hermosas, muchas gracias.

—Creímos que era necesario, hacer este cuarto un poco más agradable.

—Bromeas, esta habitación luce mucho mejor que la mía, incluso la cama es más cómoda. Tanto que me dan ganas de quedarme más tiempo.

—¡Abuela! ... No digas esas cosas.

—Tienes razón, perdóname —notó como los ojos dorados se cristalizaron, debido a las lágrimas que estaban conteniendo. Los labios cereza se encontraban algo fruncidos, con el fin de parar los sollozos, por lo tanto, el omega se limitó a asentir.

—Maika me comentó un poco de la situación, quisiera brindarle mi ayuda. Solo es cuestión de que me diga qué tipo de trabajo realiza, y tendré a dos asistentes listas para estar bajo su disposición.

—Vaya, esa oferta suena genial.

—¿Podrían por favor no hablar de trabajo al menos el tiempo que estamos en el hospital?

—Lilian, perdón, no sabía —proclamaba Ezra lanzándose a abrazar a la omega.

—No te preocupes mi niño precioso, está bien. Mírame estoy perfectamente.

—Maika ... Perdón —se giró para después abrazarlo fuertemente.

—Descuida—decía maika devolviendo el abrazo, era consciente de que el cariño que el beta les demostraba era genuino y agradecía poder contar con él.

—Vaya, vaya, con que él es Luka —proclamaba tras observar como aquel joven alto de cabellera blanca, no despegaba su mirada de Ezra.

—Es un placer conocerla.

—Ezra me ha hablado mucho de ti, espero que cuides bien de este joven —decía mientras tomaba la mano del beta —quizás la sangre no nos una, pero en mi corazón él es mi nieto.

—En verdad agradezco el cariño que tiene por Ezra. Por mi parte, prometo cuidarlo, y seguir esforzándome por estar a su altura.

—Disculpen, no quisiera interrumpirlos, pero necesitamos hacer una última evaluación, antes de poder darla de alta —proclamaba una de las enfermeras asignadas al cuidado de Lilian —Pueden esperar en la sala de espera.

Fragancias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora