Capítulo 43: Cambios en la historia.

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- Te he extrañado...- susurro con voz suave en mi oído. - He anhelado tu presencia mi luna. - sentí un leve cosquilleo al sentir sus dedos recorrer la piel desnuda de mi brazo.

¿Que significaba eso? ¿Me había extrañado? Sentí un rayo de luz al oírlo mencionar dichas palabras, sin embargo ¿sentiría él lo mismo que yo?

¿Acaso él solo ha extrañado compartir lecho conmigo? ¿O al igual que yo se sentía desfallecer si no estaba a su lado?

Tengo miedo.

Temo que Solimán sea alguien importante en mi vida, porque como solía decirme mi madre: "Si no te quieres a ti misma nadie te querrá" "Si no te respetas nadie lo hará por ti" "No dejes que alguien sea más importante para ti de lo que jamás llegaras a ser tu para él"

Y lo sé, se como los hombres en sus veintitantos juegan con las mujeres que a su parecer son ingenuas o estúpidas, y si ponemos en la balanza los once años de diferencia, mi inmadurez, la época y el estatus, quedo en total desventaja.

¡Que va! Soy la pendeja más pelotuda del mundo entero por ponerme a jugar a este juego de adultos amargados y macabros.

¿Como puedo confiar en él, si cuando lo desee me desechara y lanzará al abismo?

Confiar es más difícil que amar.

- ¿Solimán? - susurre sobre su pecho.

No,no, ¡no preguntes!

- ¿Si? - sus dedos acariciaron suavemente mi cabellera.

- ¿Usted me ama?

Puta.

¡Valgame Dios! ¿Que pregunta acabo de hacer? ¡Parezco una mujer desesperada por amor!

¿Cuando vas a aprender a cerrar el pico?

¡Cuando los pájaros me hablen!

¡A ver porfavor trainganle un lorito a la nena!

No termine de arrepentirme cuando siento que el sultán se reincorpora, quitando mi cabeza de su pecho, a lo que yo también me siento sobre la cama arrastrando conmigo la sábana para cubrir mi pecho.

- No. - dijo cortante, mi corazón se estruja al instante. ¡Maldito! No era necesario ser tan severo. - Si el amor es no poder respirar si esa persona está lejos,- Continuo con mi cabeza gacha.- si el amor es sentir un deseo indecoroso hacia esa persona, - Me niego a seguir escuchando sus palabras. - si el amor es desear el cuerpo y alma de esa persona, si es tener la necesidad de cuidar de ella, - Una lágrima ronda mi mejilla, ¡Maldito gilipollas! - si es velar por su vienestar, si es despertar y solo pensar en su rostro risueño, - Limpia mi lágrima con su pulgar, no puedo, no puedo seguir escuchando como comenta su amor por otra - Me temo, mi dulce luna, que no te amo. - Cierro mis ojos intentando desaparecer, siento la humillación más grande de mi vi...- Me temo estar perdidamente enamorado, - interrumpe mi pensamientos el muy hijo de la gran puta. - de ti.

Pestañeo. Pestañeo fuerte y levanto mi barbilla cuando él hace presión con sus dedos.

¡Deja de pestañar la puta madre!

- ¿Ha dicho que me ama? - susurro incrédula. Pestañeo, Pestañeo. - ¿Es esto un sueño?

Lo veo sonreír y tocar con la punta de su rasposo dedo indice la punta de mi nariz. - No estas soñando, me he vuelto loco en los último días mi luna.

Me levanto de golpe y doy un salto. - Debo irme.

- ¿Irte? - Me mira confundido.

Asiento frenéticamente mientras sin vergüenza alguna me paro y rebusco entre la maraña de ropas esparcidas, tomo la camisa blanca que anteriormente estaba utilizando y cubro mi desnudez con ella. Y encima coloco nuevamente el edredón.

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