Capítulo 56: ¿Madre? ¿Yo?

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- No...no puede ser. - De pronto la exsitacion cae. Mis nervios están a flor de piel. Mi corazón late con fuerza, sobresaltado.

¿Embarazada?  Solo tengo 15 años. ¿Que haré con un bebé? ¿A esta edad, cuando soy yo la que esta carente de una madre?

Si mi madre estuviera aquí...me mataría, tomaría entre sus pequeñas manos mi frágil y delgado cuellesillo, me desguellaria solo para después revivirme  y volver a torturarme.

- Lo es, mi luna. - ¡El gran hijo de puta me mira con una sonrisa radiante!

No, no quiero. No quiero ser madre tan joven.

Sisi yo se que dije que quería un hijo y que seria sultán y que yo seria la única madre de los próximos hijos del sultansito...pero ¿no me puedo arrepentir?

¡Agh! ¡Cállate de una maldita vez maldita rata! Me tienes harta, sabes...¡no te soporto! Si tienes sexo ¿que esperas obtener? ¿Un viaje de vuelta a tu tiempito?

¿Eso seria mucho pedir? Es que si con este mocosito logro volver a mi época...no me quejo de hacerlo con panza...yo solo digo.

Y si...¿y si paro y el se queda aquí? ¿Solito? ¿Con las brujas y los duendes de este maligno palacio de locos?

- ¿Estas bien? - Sus ojos marrones me observan interrogatorios.

- No. - Me apresuro a decir. - Tengo miedo. ¿Y si doy a luz y mi hijo se queda sólito? Hay muchas víboras por aquí...

- No te entiendo nada, estas rara. ¿A donde piensas ir? El jardín es revisado continuamente, las víboras no ingresan luna. - ¡Ay no! Como si no vivieras y te acostarás con las víboras.

- ¡No! ¿Que pensaría mamá? Aún soy muy joven para tener un hijo, a ella no le gustaría. ¿Y papá? Estaría tan decepcionado de mi. - Lo miro a los ojos nuevamente. - Tienes suerte. Si estuvieses en mi país mi padre y mi hermano te partirían la cara en dos, te destrozarían, te matarían y luego te picarían en trocitos pequeñitos para darle de comer a los animales más crueles y despia...

- ¿De que hablas? ¿Has perdido la razón? Solo he dicho que tendremos un hijo...No eres joven para serlo, tienes la edad adecuada. - Se muestra confuso.

¿Edad adecuada? ¡Claro! En tu  mundo de cavernicolas anticuados y machistas...y retrógradas ¡Ahí si que tengo la edad adecuada!

- ¿Solo eso? Majestad, mi madre te amenazaría con una cuchilla, diría que te cortaría los huevos por pervertido, y dudo que no lo hiciera...

- Tu familia está tan loca como vos, que remedio . - Suspira.

- ¿Loca? Mamá quería el bien para mi.

- Pues me asustaría si fuese un simple campesino. - Me sonríe. - Pero soy el sultán del mundo, y nadie, siquiera tú - toca mi nariz con la punta de su dedo. - puede hacerme daño.

Aja...claro.

- No morirás, estarás aquí para cuid...

- ¿Sabes que las personas de mi edad no están  completamente desarrolladas para tener un hijo? La edad ideal para un embarazo saludable (para ambas partes) es de los veinte a los treinta. Puedo morir  en el parto desangrada, o tal vez...¿y si no dilato y muero con el bebé dentro? ¡Ambos moriremos! ¿Y si viene al revés? ¿Y si...

- ¡Ya basta! Tendrás a los mejores médicos a tu disposición, deja tus dudas, me estas inquietando.

- ¡Ah no! Vos me embarazaste ¡ahora me aguantas!

- Te amo. - Da un beso a mi frente.

- No intentes escapar.

- Alguien vendrá a hacerte compañía. - Habla alto al mismo tiempo que yo, tapando mi voz.

- ¡No! No intentes...- Levante mi dedo acusador, el cual toma entre su mano (bajandolo), y tapa mi boca con la suya.

- Cuida de nuestro hijo. - Dice antes de salir de la habitación, a paso apresurado,  dejándome con la palabra en la boca.

- Cuida de nuestro hijo. - Le hago la burla.

¡Ay! ¡Maldito! ¡¿Como se atreve a embarazarme y dejarme?! ¡Agh lo odio!

Ni siquiera lo he tenido y ya me deja a su cuidado ¡sola! Como será cuando nazca...

- Maldito, maldito, maldito ¡malditoooooo! - Grito pegandole piñasos a la cama.

- ¡Ay por Allah! - La figura que entra a la habitación tapa su boca con la palma de su mano por milésimas de segundos. - ¿A quién insultas tanto querida? - Dice con una perlada sonrisa burlona.

Si no estuviese eufórica, pensaría en lo majestuosa que su sonrisa es.

- ¡Me embarazo!

- ¿Estas embarazada? - Corre hasta sentarse a mi lado tomando mis manos. - ¡Por Allah! - Susurra. - Este niño le traerá prosperidad al Imperio, aun más ahora que estamos en guerra.

¡Maldita! Un embarazo solo trae desgracia en este nido de víboras venenosas.  Sin embargo...¿a dicho guerra? ¡¿Es que ese maldito avaricioso piensa dejarme e ir a conquistar más tierras?!

Es que lo odio...¡odio al sultansito! Todavía que me embaraza me deja sola.

- ¿Guerra?

- Ehhhh....- Dice nerviosa. - ¿Yo dije eso? - Pasa un mechón de su cabello detrás de su oreja. - Yo no dije eso querida. - Se levanta.

- Te eh escuchado perfectamente. ¡Dime de que guerra hablas!

- Necesito ir por algo... - Sus manos se mueven nerviosas.

- ¡No! No - Su cabellera negra sale de mi vista. - ...te atrevas.

¿Primero Solimán y ahora Derya?

¿Que pasa en este maldito palacio?

Todos se fueron corriendo. ¡Es el colmo!

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No tiene mucho contenido, pero como es una continuación del capítulo anterior, de su reacción...para que no se olvidasen del contexto quise subirlo ahora.

E.

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