Inesperado [Drarry]

2: Estación de Kings Cross.

Abrió los ojos y encontró su cara frente a un pulcro piso blanco, casi destellante.

¿Qué era ese lugar?

¿El cielo? ¿El infierno?

Se levantó y miró detenidamente el lugar. Sus ojos pararon en una pequeña figura cubierta de sangre. Se preocupó y cuando iba a tocarlo, una voz inconfundible  le habló. Se trataba de Dumbledore.

Harry preguntó qué era ese extraño ser.

-Algo que no podemos salvar. Una parte de Voldemort ha sido enviada aquí a morir. Tu fuiste el horrocrux que él nunca planeó, y acaba de ser destruido por él mismo. 

Estaba tan confundido. No sabía si estaba muerto o si era todo un sueño. No sentía dolor, no sentía cansancio y sobre todo, parecía que siempre había visto así de bien. Así que, preguntó: 

-Director, ¿esto es real? ¿ O sólo está pasando en mi cabeza?

-Que esto esté pasando en tu cabeza, no significa que sea real. A propósito, ¿qué lugar crees que sea este? 

-Pues se parece a la estación de Kings Cross, pero limpia y sin trenes. 

-Supongo que si decidieras, podrías tomar un tren y volver. Harry, esto es una especie de limbo. Tienes la oportunidad de volver. 

-Usted quiere que mate a Voldemort. -Por algún motivo, es lo enfureció. 

- Eso me gustaría, claro. Sin embargo, hay más cosas por las que deberías volver. El mundo mágico necesita a alguien que les diga que todo estará bien, además, cierto rubio necesita tu ayuda. 

Después de escuchar las palabras de su difunto director todo se volvió blanco, otra vez estaba en el claro del bosque, sobre el pecho.

Cada fibra de su ser comenzaba a reclamar de dolor, quería dormir pero se obligó a quedarse quieto. Recordando  que Voldemort seguía vivo, y puesto que el lord la protegía mucho, la serpiente también.

Voldemort había mandado a Narcissa Malfoy a verificar si el Niño-Que-Vivió estaba muerto, ella delicadamente se acercó tanto como sus modales les permitieron y en un susurro inaudible (tanto que Harry tuvo que agudizar el oído) le había preguntado si su hijo, Draco Malfoy, seguía vivo.

Aliviado por alguna extraña razón, asintió. Las palabras de su director volvieron a su mente, ¿era él quien necesitaba ayuda? 

De pronto sintió que ya nada importaba.

Narcissa se levantó y anunció la tan esperada frase:

-Está muerto.

Las risas estridentes no se hicieron esperar. Voldemort incluso sonrió. Los mortifagos eran gente rara.

Harry trató de estar lo más quieto posible, pues si lo descubrian dudaba que tuviera otra oportunidad.

Sintió como unos  brazos lo tomaban y  sin duda se trataba de Hagrid, quien sollozaba su "muerte".

Entre abrió los ojos y vio los ojos cansados de varios de sus compañeros. Tenían un aspecto horrendo. Vio como el sombrero seleccionador estaba en la mano de Neville.

-Neville, ¿que trae Hagrid en sus brazos? - preguntó una desesperada Ginny. A Harry, inexplicablemente le dio mucha pena.

-¡HARRY POTTER HA MUERTO!- Gritó Voldemort con su voz emitiendo lo que se podría calificar como "felicidad"

-¡No! - Otra vez Ginny habló, ¿no aprendía a mantener la boca cerrada? A Harry le volvió a dar pena, sin embargo una oleada de furia corrió por sus venas al escuchar el grito proveniente del Señor Oscuro, al gritarle "niña tonta".

Voldemort empezó a decir que el mundo mágico estaba bajo su total control, advirtiendoles que si no se unían a él, morirían.

Neville sacó valor del Gryffindor que llevaba interiormente y dio un discurso realmente conmovedor, las personas que ya se estaban rindiendo, notaron que todavía había mucho por que pelear.

Harry se lanzó de los brazos de Hagrid hacía el suelo, la multitud exclamó sorpresa.

Voldemort y sus mortifagos estaban que no cabían en sí de la sorpresa.

Todos los presentes corrieron hacía el interior del castillo, sabían que esto todavía no acababa.

Tom Riddle y Harry Potter se debatían a duelo. Cayeron y Voldemort los transportó por el medio mortifago.

Después de la caída, Harry Potter le contaba la historia de la varita de Sauco al Señor Tenebroso.

No sabía porque , pero al llegar a la parte donde Draco Malfoy era desarmado, sintió un tirón en el estómago.

Hechizos y maléficos venían a diestra  y siniestra.

- ¡Expelliarmus!

- ¡Avada Kedavra!

De pronto el tiempo pareció haberse detenido, Neville había matado a la serpiente del Lord con la espada de Godric Gryffindor, dejando a Voldemort muy débil.

La maldición que hacía algún momento le había mandado a Harry Potter reaccionaba en su contra.

Harry terminó el hechizo para ver como Voldemort caía en el suelo, sin vida, sin amigos y sólo. Como una persona, después de tanta maldad, tenía que haber una persona y esa era la prueba.

El cadáver de Lord Voldemort yacía en el patio de Hogwarts, la escuela de Magia y Hechicería. El lugar donde todo comenzó.