Capítulo Trigésimo Quinto: Muerte

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-¡Más te vale que me expliques que está pasando aquí, Potter!

Astoria Greengrass estaba visiblemente molesta. No sólo había encontrado al novio de su mejor amigo en un beso con otro. Sino que el moreno no parecía haberla escuchado. A ella lo que más le molestaba era repetir las cosas.

-¡Tarantallegra! - gritó con ímpetu la bruja. Harry al seguir parado, le costaba menos hacer ese baile gracioso. La bruja asumió que ya había reaccionado.

-Astoria - Harry se había hechado a llorar. Eso en otros momentos le hubiera molestado, pues estaba demostrando debilidad frente a una serpiente. Pero ahora la necesitaba. Ella se había convertido en una gran confidente desde algunos meses antes de la Graduación de Hogwarts.

Harry la consideraba una amiga tan leal como lo era Hermione. Y al estar ambos en Slytherin, era más sencillo hablar y sincerarse. Ron enojado, Hermione en Ravenclaw y él en Slytherin... Extrañaba mucho cuando sólo eran los tres, el Trío de Oro. Pero ambos (Draco y Astoria) le habían demostrado que la imagen que tenían de las serpientes era errónea.

-¡Oh, Harry! ¿Pero que ha pasado? He venido después de ir a San Mungo para pedir información acerca de Weasley, me han mandado aquí pero tenía un hechizo silenciador, toque tres veces la puerta y ya me había desesperado. Entro y te encuentro a ti siendo besado por ese idiota.

Harry solo pensaba en su rubio. En que hubiera pasado si el se encontrará en el lugar de Astoria.

-¿Puedes usar Legeremancia? - murmuró Harry. Ambos ya estaban fuera del Ministerio.

Después de hacerlo, Astoria se encontraba más que enojada.

-¡Ese maldito! Donde lo vuelva a ver cerca de ti sabrá lo que será mi varita en su culo... Se metió con la persona equivocada... Y a ti, Harry, tienes que decirle a Draco. Hará un berrinche pero lo entenderá. Y me acompañara para darle una advertencia a ese estúpido...

Ambos usaron aparición conjunta (Harry se había molestado pues Astoria estaba embarazada)

Era hora de hablar con Draco.

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-¡Llegué! - grito su carcelero. Su pesadilla. A Ginny se le desfigura la cara en un gesto de horror.

Joanne, el cual era el nombre de su "amiga", corría a recibir a su padrino. Aunque sabia que el era el hombre más malo que había conocido, le tenía respeto y admiración. Además, no podía dejar que sospechara que fue buena con la pelirroja. No deja que fue demasiado amable con la pelirroja.

Todos hacían una leve inclinación. El desde lejos se veía tener un gran poder. Y no era para menos pues todos sabían que era un mago.

-¡Oh mi pequeña Weasley! Me das tanta pena - dijo con un tono de falsa comprensión -, el tiempo que estuve fuera te extrañe tanto... Extrañaba tu cabello, extrañaba tus ojos, extrañaba tu cuerpo - murmuró quedamente en el oído de la chica. - Pero no he regresado por eso, oh claro que no, veo que mi ahijada te ha tratado bien. Porque es justo lo que quiero. Que estés limpia y saludable... Así que ¡accio comida! Necesitas subir algunos kilos. Come todo lo que puedas dentro de quince minutos regresaré para la primera prueba. Joanne, quédate con ella.

Dean salió y tras el, todos los hombres que habían ido a recibirlo. Ginny miro asustada a la chica que se había quedado, ella solo le dio una sonrisa.

-No es nada malo, Ginevra, Dean fue a Japón para ver como iba su producción de pociones. Es muy arriesgado que las haga aquí por lo del Mundo Mágico, pero en Japón no hay muchas mafias como la de mi padrino. Por si no te habías dado cuenta, nuestras mafia es La Bratva. Lo que quiere hacer Dean son pociones... Y venderlas a un precio muy alto. Y tu, mi querida pelirroja, serás nuestro conejillo de Indias. - añadió con sorna- Necesitas comer muy bien pues si no lo haces tu cuerpo sufrirá todo. Aunque claro, eso a nosotros no nos interesa.

Ginny tenía los ojos abiertos de la impresión. Joanne, quien había considerado como su salvadora, le estaba diciendo la dolorosa verdad. Joanne solo había actuado. Como todos en la mafia.

-¡Crucio! - gritó la chica y soltó una estrepitosa carcajada. ¡Crucio! ¡Crucio!

Ginny estaba desfallecida. Eran mucho lo que ya había soportado.

Dean entraba con una sonrisa. Miro el estado de la chica y miró a Joanne con orgullo en su mirada. La chica aunque no era maga, hacia magia tan potente como su ex compañera Hermione Granger. Y todo gracias a la poción que le había dado tan sólo un mes atrás. Esa parecía ser la única que funcionaba correctamente. Hasta ahora.

Ginny sentía tanto asco. Pero si alguna vez saldría de esto, el Mundo Mágico sabría todo lo que pasó. A todo lo que fue sometida. Y los crímenes de Dean Thomas.

Joanne tomó duramente a la pelirroja y hecho su cabeza hacia atrás. Dean se acerco a ella con un pequeño vial. La chica hizo que Ginny abriera la boca, aunque la pelirroja se resistía.

-Muy bien mi pequeña chienne, abre bien la boca. Esta poción es el futuro del Mundo Mágico y del Mundo Muggle... Si todo sale bien contigo, me ganaré millones de galeones y libras. Seré más millonario de lo que soy ahora. Joanne, quédate con ella. Necesito a alguien de confianza para que me diga como reacciona esta rata a la poción.

Dean se fue. Estaba emocionado. Joanne conjuro una silla, pero no se subió. Aveces tenía compasión por la chica, pero no podía dejar pasar por alto el hecho de que esa mujer había dañado a su padrino, emocionalmente hablando, y que eso se merecía. Weasley se había metido en la mafia incorrecta.

La Poción que le habían dado era asquerosa,pues se sentía como si tomarás aceite de carro (en su cautiverio le habían hecho tomar aceite y demás cosas) pero este era más que diferente. Sintió que su garganta se cerraba. Poco a poco sentía que su temperatura aumentaba. Sudaba mucho y la lengua la tenía seca. Era un infierno. Repentinamente, su temperatura corporal cambio de estar ardiendo a sentir que moría de frío. Sus dientes estaban tiritando y como acto reflejo se abrazo a si misma, intentando recuperar un poco de calor. Era inútil.

-Dean, creo que deberías ver esto- dijo Joanne a través de un móvil.

La pelirroja sentía que el aire escapaba de sus pulmones. Su corazón latía muy fuerte. Tenía horrendos dolores de cabeza...

Dean llego y se llevó las manos a la boca. Si bien su poción había sido un éxito, tenía horribles secuelas. Jamás creyó ser capaz de crear un arma para matar...

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Harry entro en la Mansión. Astoria iba tras él. Ambos estaban listos para la reacción de Draco.

-¿Draco? - llamo Astoria. Aunque Harry le hubiera dicho que estaba bien y que podría manejar eso, sabía que era mentira.

Draco se emocionó al ver a su amiga, pero su cara adoptó un gesto de preocupación al ver la de Harry, quien había evitado verlo a los ojos.

-¿Qué... Qué sucede, As? ¿Porqué Harry está así?

-Creo que será mejor que uses Legeremancia conmigo. Solo te pido que tengas la mente clara...

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chienne: Puta (francés)

Inesperado [Drarry]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz