Capítulo Cuadragésimo Sexto: Baby

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La cirugía se estaba complicando más de lo que hubieran imaginado. La capa de magia que protegía al feto era demasiado fuerte para cortarlo con magia, por lo que Ethan prosiguió con cirugía al estilo muggle.

Harry estaba muy preocupado. Sabía que no podía llamar a los Weasley puesto que, al ser una familia reconocida, pondrían en peligro el anonimato de la chica que estaba dando a luz.

Por su parte, Joanne hablaba en un idioma que Harry reconoció como ruso. Por sus expresiones (y porque Harry no sabía el idioma) pudo descifrar que algo pasaba con la chica.

La chica cerró el teléfono, el cual no era afectado por la magia.

-¿Está todo bien? - preguntó tentativamente Harry, no queriendo tocar un punto sensible.

La chica le sonrió, pero se notaba el dolor en sus ojos.

-Tu escuchaste la profecía. Soy un peligro para el mundo mágico y ¿sabes? De cierta manera ya lo sabía. Es decir, incluso cuando estaba en el mundo muggle era un peligro. Siempre he sido un peligro y creo que por eso, nunca nadie ha querido ser mi amigo. Mi plan era escapar a Rusia, con mi familia, pero al parecer han cerrado todas las fronteras para que eso no pase. No se como pero el Ministerio ya está enterado de quien soy y de lo que soy.

Harry no sabía que decir.

-Yo... Sé que no tendré una vida fácil pues aurores ya vienen para acá... Así que Harry. Por favor matame.

-¿Qué? ¡Por supuesto que no! Podemos apelar, habrá una solución. No es necesario que muera nadie.

-Me iré tranquila... He ayudado a una bruja a la cual ya querían muerta. Y te ayude a que vieras que el verdadero asesino es Dean. Tienes toda la información aquí - le enseñó un frasco- Y de que me mate un Auror a ti, francamente prefiero que seas tu.

Harry trago grueso. No quería ser un asesino.

-Joanne... Habrá otras maneras. Nadie tiene que morir.

-Harry. Te lo pido por favor.

Harry cerró los ojos y asintió. Tomó su varita con manos temblorosas y apuntó a la chica, la cual le sonrió y cerró los ojos.

-Avada Kedavra

Estaba hecho. Joanne Nikiforov, heredera de Merlín y próxima destrucción del mundo mágico había muerto.

Harry se sentó en las bancas a esperar noticias. Estaba sumamente preocupado por Ginny.

Repentinamente, muchos magos con túnicas que el Salvador del Mundo Mágico reconoció eran aurores, rodearon la sala y vieron el cuerpo de lo que había sido la heredera de Merlín en el frío suelo. Empezaron a hacer las pruebas pertinentes y dejaron la sala lo más pronto posible, con dos aurores cargando el cuerpo y mediante traslación llevándose el mismo. Harry apenas prestó atención a ello.

-Familiares de... La señorita Dollanganger...

Harry se paró cual resorte en sus piernas, entrando a la sala sin esperar a la medimaga. Lo que vio lo dejo frío. En la cama estaba esa muchacha de alegre melena roja, la cual no era ni su sombra. Se rehusaba a mirar a Potter a los ojos.

-Harry... - murmuró Ethan- Será mejor que te despidas. No aseguramos que viva.

Harry lo miró y asintió. Tomó la mano de la chica y le dio una leve caricia.

-Ginny... Yo siento realmente lo que tuviste que pasar por mi culpa. No imagino cuanto dolor y humillación te hicieron pasar... Pero ya es momento de que descanses.

-Yo... Yo no recuerdo realmente nada de lo que pasó o de lo que soy. Ni siquiera sé quien eres tú -mintió- Solo... Sólo te pido que ellos estén bien. Sólo eso...

Sus fuerzas abandonaban su cuerpo y con su último aliento una frase que se llevaría a la tumba.

-Te amo Harry.

El chico de ojos verdes estaba consternado. A pesar de todo lo que había hecho la quería. De manera diferente claro estaba pero lo hacía. Y su muerte no significó nada más que la muerte de un ser que había sido como su hermana.

Tomó fuerzas y se dirigió al departamento de aurores para buscar un giratiempo. Sabía perfectamente dónde había uno.

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Tuvo que tomar uno de los cabellos fe Ethan para pasar desapercibido. Fue al departamento de misterios y en la sala dónde se encontraban los cerebros, había miles de giratiempos. Sólo que éstos eran diferentes al resto, ya que solo te permitían ir al pasado en un lapso no mayor de dos días,y cuando la persona regresa, estaba encerrada en Azkaban.

Con el giratiempo en mano, salió sin ser visto y se dirigió al lugar donde había muerto su novio.

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-Vaya, pensé que no lo lograrías. Y de pasó te agradezco haber matado a Joanne, me ahorraste el ensuciarme las manos -dijo Dean con una sonrisa cínica.

-Ahorra tus palabras y dale el antídoto a mis amigos...

Dean levantó las manos en un gesto inocente y procedió a verter líquido azul en la boca de los chicos, quienes tosieron inmediatamente.

-¡Vayan a la madriguera! - les dijo Harry asustado.

Sin pensarlo dos veces, se fueron.

-¿Qué harás con el giratiempo? - Pregunto Harry.

-Eso es algo que no es de tu incumbencia, Potter. Ahora, vete. Antes de que te mate ahora mismo.

El chico de lentes lo miro con odio y se fue. Podía ver la ambición en los ojos de  Thomas.

Camino a San Mungo. La chica que había muerto ya había sido enterrada. Lamentablemente, Harry no había podido avisar a nadie de los Weasley.

-Harry...

El chico levantó la cabeza y miró a Court con una ceja levantada. Sabía que no era culpa del novio de su mejor amiga, pero no podía dejar de sentir rencor ante el. A sus ojos, él no había hecho lo suficiente para salvar a Ginny. Deshecho sus pensamientos.

-¿Quieres ver el bebé? - preguntó juntando sus manos. -Te sorprenderá, ya lo verás.

Harry asintió sin ganas. Después de todo, ese bebé estaba solo en el mundo. No tenía una madre y su padre era un completo desquiciado.

-¿Qué pasará con el bebé? - preguntó al aire aunque fue Ethan quien le contestó.

-Probablemente vaya a algún orfanato. Si nadie se hace cargo de el.

A Harry se le estruja el pecho.

Pasaron a una sala dónde se escuchaban unos lloriqueos. Varios estaban dentro de cuneros, protegidos por un vidrio donde se sentía magia. Harry no pudo dejar de tener la idea de que le hubiera gustado tener una familia con Draco... Con su rubio.

-Harry... Es él. - Murmuró Ethan señalando un bultito que a duras penas se percibía movimiento. - ¿Quieres tomarlo?

Harry asintió. Lentamente, Ethan colocó el bultito en sus brazos, tomando su delicada cabeza. Harry abrió los ojos con asombro.

-Se parece a mi...

Inesperado [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora